El reto de las universidades con los 10 mil 80 becados

Indira Orfa Tatiana Rojas Oviedo

La brillante idea de la ministra de Educación, Gina Parody, de tener en cuenta estudio liderado por el profesor Roberto Zarama de la Universidad de los Andes, dio vida al proyecto denominado “Ser pilo, paga”, dando hoy la oportunidad a los 10 mil mejores estudiantes del país, que con un puntaje superior a 310 y un Sisbén bajo, accedieron a las universidades acreditadas de alta calidad, a través de un crédito condonable una vez terminen su carrera.

Las universidades seleccionadas se enfrentan a un nuevo reto: ser más exigentes porque las condiciones académicas de calidad de sus estudiantes se incrementan; se requiere un pool de profesionales al servicio de los recién llegados, sólo así se podrá disminuir el 15 por ciento de desertores de primer semestre que el Ministerio de Educación reporta.

A pesar de que un excelente estudiante proveniente de familias de escasos recursos socioeconómico es incluido en los altos círculos de sus compañeros, gracias a sus habilidades, destrezas y conocimientos, más aún si interpreta un instrumento, si es deportista de alto rendimiento, si domina dos o más idiomas, no tendrá dificultad para hacer parte de un mundo nuevo gracias a las posibilidades que hoy alcanza, pero ello exige acompañamiento permanente desde bienestar universitario y de sus padres.

La tarea de la universidad es titánica, a estos jóvenes hay que nivelarlos previamente para que la autoestima sea fortalecida y la presión que se ejerza no conlleve a la aceptación ni del consumo de un cigarrillo, entre otros tantos, que tengan la capacidad y entereza para incorporar posturas críticas y radicales frente a costumbres que no hacen parte de su cotidianidad, puesto que a su corta edad la meta ha sido la del alcance de logros académicos, a través de la lectura y de costumbres que hoy los lleva a continuar su proyecto de vida.

No será fácil para cada universidad garantizar las competencias del segundo idioma, pero el reto debe estar impuesto, más aún cuando este hecho, podrá generar deserción o en su defecto contribuir a la retención de los mejores, de los cuales mil 106 están en la Salle, mil 94 en la Universidad del Norte, 624 en los Andes, 615 en la Javeriana, para señalar así cuatro de las 14 Universidades preferidas, por los 10 mil 80 estudiantes becados.

Sin lugar a dudas, cada docente tendrá que orientar sus clases con la rigurosidad que exige la excelencia, con calidad total e imparcial, donde la inclusión sea parte transversal de la institución y sin discriminaciones de ninguna naturaleza.

Deberán entender estos jóvenes que llegan para dar el máximo rendimiento, para seguir esforzándose a fin de alcanzar las más altas competencias en todos los niveles, porque el privilegio que hoy logran gracias a su dedicación, deben mantenerlo y contribuir al desarrollo del país.

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