El Coloquio Internacional de Educación a Distancia

Indira Orfa Tatiana Rojas Oviedo

Acaba de finalizar una semana de eventos académicos de alto orden, como los que permanentemente está realizando la Universidad del Tolima, y que responden a un Plan de Desarrollo, al cual todas las Facultades e Instituto de Educación a Distancia, apropian.

La Universidad del Tolima a través del Idead, puso a disposición de la comunidad, 13 conferencistas entre ellos, Manuel Moreno Castañeda de la Universidad de Guadalajara, Alejandro Piscitelli y Alicia Inés Villa, de Argentina; María Teresa Anguera de Barcelona, España y dentro de los invitados nacionales quiero destacar la presencia de Jorge Oswaldo Sánchez de la Universidad del Magdalena y a Roberto Salazar de la Unad, entre otros de igual trayectoria y conocimiento de la Educación a Distancia y Virtual.

La presencia del Viceministro de Educación Superior de Cuba, quien lleva más de ocho días en la Universidad del Tolima a través de la Facultad de Educación, sirvió para comparar la especial atención y reconocimiento estatal que se le da al sector educativo, como lo acaba de reconocer la Unesco, en su programa Educación Para Todos.

Los aportes, reflexiones, dudas e inquietudes que se logran, redundan en beneficio de la docencia, la investigación y la deconstrucción y construcción de nuevas estrategias que conlleven a orientar los procesos educativos con mayor pertinencia y en búsqueda de elevar niveles.

La abundancia de ponencias que abordaron diferentes temas, resultados de investigaciones de docentes y estudiantes, enriquecen el acervo de conocimientos científicos sobre la educación.

Se concluye que las modalidades a distancia y virtual constituyen un modelo de inclusión en el mundo, que exige mayor compromiso autónomo y de quien orienta, ofreciendo currículos que cuenten con propósitos comunes con la educación tradicional, con iniciativas que sean un compromiso de calidad, esa debe ser la mirada que también la ministra de Educación, Gina Parody, le dé a la modalidad.

Hay que saber ¿qué le aporta el sistema educativo a la familia y a la sociedad?, el hecho de alcanzar mejores niveles en pruebas internacionales, no garantiza, mejores seres humanos, que contribuyan a la paz, al sistema, a la democracia, tal como lo plantea Salazar, “Porque a una persona le puede ir muy bien en Pisa y muy mal en su vida”.

Son muchos los retos, desafíos y compromisos que se tienen con la educación y muy especialmente con la Modalidad a Distancia y Virtual, que deberá cada día fortalecerse; que requiere una mirada equitativa, del Ministerio de Educación, a fin de que se legalice objetivamente y se propenda aportar, garantizando que un estudiante de Distancia o Virtual sea valorado con los mismos parámetros del estudiante tradicional.

No es posible que para efectos de la apropiación de recursos financieros, el estudiante de la Modalidad a Distancia o Virtual, sea ponderado con 0.5, frente a 1.0 del tradicional, por transferencias que la nación hace a las Universidades estatales. Es un tratamiento inequitativo que el Estado hace con esta modalidad y merece una protesta, un rechazo y una exigencia.

Por otra parte, el término calidad, se usa en los últimos años para incluir o excluir, una ministra de mente abierta modificaría el modelo educativo en general que está centrado en un interés técnico, midiendo y estandarizando, y buscaría recursos que sumen y no resten a estas modalidades, que día a día ganan adeptos en el mundo, porque se rompen las distancias, y las fronteras, todo en búsqueda del acceso a la educación.

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