Atrevámonos a decir sí

Indira Orfa Tatiana Rojas Oviedo

Celebro el entusiasmo con el cual los tolimenses reconocieron el logro del director de la Aeronáutica Civil, Alfredo Bocanegra, porque ahí se demostró que sí es posible alegrarnos por los éxitos de los nuestros, que sí es posible manifestar alegría y emoción, que sí se puede convocar alrededor de la vida y que los rostros pueden denotar sorpresa y alegría por el reencuentro con los amigos, por los discursos que una y otra vez son capaces de arrancar aplausos producto de la trayectoria de los otros, que han sabido formarse aún contra la adversidad y son ejemplo para sus coterráneos.

La llegada de Bocanegra a la Aeronáutica Civil, ha logrado la confluencia de líderes de diferentes partidos políticos, de variados estratos socio-económicos representados entre los asistentes y generado expectativa en todo un Departamento.

Indudablemente, el homenaje tuvo un tinte político, nuestro tolimense Alfonso Gómez Méndez advirtió como algo jocoso, que unos y otros tenían las corbatas distintas al color de su partido; quedó una estela de posiciones que con agrado fueron tomadas, como por el ejemplo, el interés por lograr el respaldo en la búsqueda de la paz, que fue coincidente en los discursos proferidos, expresando la necesidad de modificar medio siglo de violencia que ha dejado huella en miles de miles de hogares colombianos y en el país completo, cuando además no se ha logrado alcanzar mayores y mejores índices de desarrollo, porque gran porcentaje de recursos han sido destinados históricamente para las armas y no para la educación.

Por lo tanto creo que si como ciudadanos nos negamos a dar un sí en búsqueda de un logro, porque estamos viendo el sello de un presidente que ha sido inferior a los derechos de los colombianos, estamos impidiendo que las actuales y futuras generaciones, cuenten con una nueva oportunidad en sus vidas.

No es por Santos que vamos a votar, votemos por la emergencia y la necesidad de darnos y dar una oportunidad, por la posibilidad de respirar un aire menos contaminado de odio y dolor, de balas y de sangre, hagamos la prueba.

No es fácil pensar en el postconflicto que es desde ya todo un conflicto, pero empecemos a prepararnos, porque como se dijo en la Carta Constitutiva: “si es en la mente de los hombres donde nacen las guerras, es en las mentes de los hombres donde debemos erigir los baluartes de la paz”.

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