Colombia es un país que no se ha preocupado por formar en la prevención y por lo tanto resulta altamente curativo, cada quien adquiere hábitos incluso por imitación, sin que se haga un análisis ni siquiera somero sobre asuntos que afectan la salud y la vida, como lo es el consumo de cigarrillo.
Estamos viviendo con una nueva generación altamente crítica, que cada día procura cuidar su figura, sus hábitos alimenticios, se declaran amantes de la naturaleza y protectora de la misma, revisan las etiquetas de los productos alimenticios que van a consumir, se afectan si encuentran gluten o carbohidratos en los alimentos y los desechan porque atenta contra su figura; revisan el número de calorías, pero paradójicamente se les ve consumiendo cigarrillo y tomando licor de manera desenfrenada, sin detenerse a leer los nocivos componentes a pesar de que son quienes más desean una vida saludable.
Me pregunto si un joven alguna vez se ha preocupado por enterarse de que el cigarrillo contiene tantas sustancias dañinas que llegan a producir cáncer no solo de pulmón, puede ser en cualquier órgano de su cuerpo; el primer afectado generalmente es el sistema respiratorio, seguido de cáncer de vejiga, de boca, laringe, esófago, estómago, como lo señalan diversos estudios y la Liga Colombiana contra el cáncer.
Es doloroso que el 80 por ciento del cáncer de pulmón, tenga relación con una enfermedad provocada por cada individuo al consumir cigarrillo y más lamentable aún, que 25 mil familias anualmente en Colombia se vistan de luto por un ser querido que va a la tumba por una adicción tan absurda.
La cifra de muertes a causa del cigarrillo tiende a incrementarse y considero que existe una visión miope desde el gobierno cuando se permite la venta de tan nocivo producto sin que haya una explicación claramente detallada sobre cada componente del cigarrillo que mata.
Se debe exigir que se exprese cuáles son los elementos que componen un cigarrillo, porque en éstos se encuentra sustancias utilizadas para elaborar pinturas, plásticos y asfalto, como lo es el alquitrán; pero además, productos para limpiar inodoros como el amoniaco; sustancias para embalsamar cadáveres como el formaldehido, elementos utilizados en insecticidas como el arsénico, sustancias como el plomo que se utiliza en la elaboración del ácido nítrico y gasolina entre otras sustancias de esta naturaleza; el mercurio que es un metal que en estado líquido se utiliza para hacer termómetros; son muchos otros los compuestos del peligroso cigarrillo que llegan directamente al cerebro, al sistema nervioso y sanguíneo, además contiene nicotina, sustancia que genera adicción y convierte fácilmente a un inexperto en un fumador compulsivo.
Todos a intervenir, nuestros niños y jóvenes también merecen una vida sana.
tatianarojasoviedo34@gmail.com
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