La cultura política en Colombia

Indira Orfa Tatiana Rojas Oviedo

Hace aproximadamente un año, en los meses de abril y mayo del año 2017, el Dane recolectó los datos para la última encuesta sobre cultura política en Colombia, en una muestra de 27 mil 841 personas de 18 años o más, residentes en 104 municipios.

La encuesta indagó sobre temas como la participación, las elecciones, los partidos políticos y la democracia, según la percepción de los ciudadanos, datos útiles en el análisis sobre las prácticas políticas en nuestro país.

El Dane preguntó sobre participación en las elecciones de alcaldes, concejales, diputados y gobernadores en las elecciones de 2017 y de los datos se deduce que hubo una nutrida participación equivalente a las dos terceras partes, porque generalmente hay mayor interés por la elección de mandatarios regionales y locales.

Pero resulta interesante saber por qué los ciudadanos se abstienen de votar. En la encuesta citada, el 46.2 por ciento dijo “porque los políticos son corruptos”; otro 44.6 por ciento, “porque los candidatos prometen y no cumplen” y cerca de este porcentaje está el desinterés por la participación en eventos electorales.

En el ambiente electoral que vivimos en estos momentos, cuando ya pasamos por la elección de parlamentarios, vamos hacia la primera vuelta de la elección presidencial para escoger los dos candidatos sobre los cuales se definirá el presidente para el próximo cuatrienio, se percibe que las tendencias ideológicas han tomado rumbos distintos en cuanto a las simpatías o adscripción a partidos y grupos políticos.

En la encuesta del año 2017, más de la tercera parte, el 37 por ciento de ellos, se consideró como de centro; el 10 por ciento de derecha y el 4 por ciento de izquierda. Esto es ahora muy distinto.

También hay una relativa incredibilidad en los procesos de participación política que se ofrecen en Colombia, porque se tiene en mente que votar no traerá como consecuencia los cambios deseables, que todo seguirá igual. En la encuesta, la mitad de los encuestados se manifiestan muy insatisfechos con la forma como la democracia funciona en Colombia y el 55.6 por ciento considera que nuestro país es, apenas, “medianamente democrático”.

Algo está pasando en cuanto a las creencias, valores, tradiciones y prácticas electorales, que producen rechazo y desinterés.

El sistema escolar, por ejemplo, puede tomar en serio la formación en ciudadanía y democracia, en las competencias ciudadanas y en la garantía de los Derechos Humanos.

Tomar con la rigurosidad que se requiere, las prácticas en la elección de estudiantes al gobiernos escolar para que no se convierta en una mentira el proceso de elección a fin de que se dé ejemplo de transparencia electoral desde la más temprana edad.

tatianarojasoviedo34@gmail.com

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