Nos llegan buenas noticias sobre la participación de la mujer en la política. Una de ellas, que la comisión primera de la Cámara de Representantes haya aprobado, en tercer debate, la reforma política por la cual la conformación de las listas de candidatos a corporaciones públicas, deberá ser paritaria entre hombres y mujeres.
“Parágrafo. Desde las elecciones de 2019, todas las circunscripciones y listas para cuerpos colegiados de elección popular deberán estar conformadas de manera prioritaria e intercalada entre hombre y mujer”, dice la propuesta de reforma del artículo 262 de la Constitución Política, aprobada en la comisión primera de la Cámara.
Es la respuesta a las aspiraciones de las mujeres colombianas, en cuanto a lograr mayor poder político y trato equitativo frente a los hombres. Por ahora es una visión de futuro, porque se trata de una reforma constitucional que sólo lleva una tercera parte transitada hasta llegar a ser una realidad que nos permita celebrar. Seguramente el camino será pedregoso, hasta conseguir que se cumplan los ocho debates exigidos. El triunfo tendrá que darse por la justa equidad que como mujeres merecemos.
De ser aprobada esta reforma, en la integración de las listas a la Asamblea Departamental y de cada uno de los concejos municipales de los 47 municipios del departamento, habrá el nombre de un candidato hombre y luego el de una mujer o al contrario, como debiera ser, hasta tener la lista de candidatos exigible. Se aplicará para las elecciones de octubre de 2019 y más adelante, esta misma fórmula se cumplirá en las listas de aspirantes al Congreso en el 2022.
Otra reforma que avanza, es la de las listas cerradas, la distribución regional del 33 por ciento de los senadores, para que se llegue a elegir, por lo menos, un senador por cada departamento y así se acabe, en parte, la circunscripción nacional que tantos costos le implica a quienes aspiran a esta corporación pública. Se complementa con la financiación estatal de las campañas políticas para que se acabe, eso se espera, la financiación por parte de organizaciones privadas y de contratistas.
Se limitará a tres períodos el acceso a las corporaciones públicas y los congresistas podrán renunciar para ejercer cargos en el ejecutivo, entre ellos los ministerios.
En la constitución del Congreso, sólo hay 56 mujeres, entre los 258 congresistas.
Tenemos que lograr equidad y justicia en la representación de hombres y mujeres, que la voz de cada uno represente la ciudadanía, pero para ello es necesario romper obstáculos mentales que ponen un freno a los derechos constitucionales, que promulgan la igualdad.
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