Una de las graves problemáticas que padece el país, es la corrupción, con el agravante de que se ha convertido en una categoría en la cual se incurre por desconocimiento, lo cual no exime de responsabilidad.
La corrupción, con tal nombre no es delito según el código penal, lo son las acciones que conllevan a cometer actos punibles contra el Estado como el peculado por omisión, por apropiación, por destinación, el cohecho, el prevaricato, concusión, el enriquecimiento ilícito, entre otros.
En la encuesta Barómetro de las Américas, realizada a 1.663 personas en el país, por el observatorio de la Democracia de la Universidad de los Andes entre septiembre y diciembre de 2018, se establece el incremento de la preocupación de los colombianos por el tema.
Entre los principales problemas percibidos por los encuestados, está lo relacionado con la economía, en un 24.2 por ciento , le sigue la corrupción con un 19 por ciento, el conflicto que alcanza el 16.2 , el problema de la seguridad 12.5, el 9.5 los servicios básicos, el 5.7 el problema del narcotráfico y un 12.7 por ciento consideran que hay otros tipos de problemas que aquejan el país.
De ser así, la corrupción no constituye una prioridad a pesar de los 122.967 políticos enjuiciados y de éstos, el 82 por ciento llega a un cese del procedimiento y solo el 12 por ciento obtiene resolución acusatoria, lo cual prueba la ineficacia de la justicia.
Una de las gangrenas es la malversación de los recursos del Estado en los desayunos escolares, razón de sobra para que los ciudadanos del común se constituyan como veedores de las inversiones en este asunto, que hace parte de un derecho fundamental en la disponiblidad que debe garantizarse a los menores de edad en sistema educativo, en condiciones dignas , no como un regalo sino como un derecho.
No siempre los dineros destinados para los más necesitados son protegidos rigurosamente y en muchos casos se esfuman en bolsillos particulares, creando el imaginario de que el servidor público que tiene la ordenación del gasto es corrupto, cuando existen muchas excepciones.
Pero es larga la lista de la apropiación de recursos públicos sin que se logre la devolución de los dineros, por ejemplo, ¿Cuánto dinero ha devuelto Orlando Arciniegas por el descarado robo de los juegos nacionales?, ¿Cuánto dinero han devuelto los Nule, unos de los peores delincuentes de cuello blanco con los que cuenta el país?, sumados a ellos, gobernantes como los que ha padecido la Guajira y otros departamentos que están en condiciones de extrema pobreza.
Edgardo Maya Villazón, estima que Colombia tiene una pérdida económica calculada en 50 billones de pesos, debido a la corrupción. Es una cifra escandalosa, que dimensiona la gravedad de los delitos correspondientes.
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