Algunos retos de los nuevos mandatarios en Ibagué y Tolima (I)

Indira Orfa Tatiana Rojas Oviedo

La desarticulación administrativa que afecta la ciudad de Ibagué es una de las críticas situaciones que deberá superarse para bien de todos. Un Concejo municipal y una Asamblea conformada por profesionales de alto nivel de formación, que se configure en garantía para la toma de decisiones acertadas, razonadas y pulcras.

Existen cientos de posibilidades de buenas prácticas, de alianza de las administraciones también con otros sectores como la academia, para alcanzar la pertinencia y mejora continua en situaciones críticas que afectan la ciudad. Los intereses y disputas políticas deben pasar a segundo plano, cuando los líderes trabajan por el bien de la ciudadanía y el desarrollo de la ciudad o municipios que los eligen.

Nuestra ciudad pide a gritos desarrollo. Podemos constituirnos como una Ciudad Universitaria, siempre y cuando se cuente con la voluntad y mente abierta para atraer universidades reconocidas a nuestro terruño.

Es preocupante tener una ciudad tan poco modernizada, con tantos obstáculos para transitar, como para lograr que un servidor público dé una respuesta a una petición interpuesta. ¡No hay derecho!

Se habla de calidad, pero hay que saber qué significa el concepto de calidad. Yo retomo el concepto japonés que precisa: Calidad es hacer las cosas bien, desde el primer momento.

En cuanto a la jornada única que se implementa paulatinamente en la ciudad y en departamento, debe ofrecer condiciones dignas de infraestructura y disponibilidad también alimentaria, donde la higiene, el agua potable, el lugar destinado a la preparación de alimentos y las zonas aledañas, garanticen la salud y el respeto por la dignidad de cada niño o adolescente que recibe su nutrición como un derecho fundamental del Estado, no como una limosna.

La calidad educativa es un reto de los nuevos mandatarios, en todos sus órdenes y niveles, donde el emprendimiento, la innovación, sean un valor agregado en la formación de los niños y jóvenes, pero también en la cualificación a productores.

Igualmente, la necesidad de modernizar el transporte, las vías de la ciudad parecieran no contar con dolientes; sin embargo, todos pagamos impuestos que no se reflejan de manera equitativa.

La urgencia de incrementar el empleo, de garantizar la seguridad, agua potable y saneamiento básico, con las condiciones de salubridad que se requieren, según la OMS.

La apuesta por mejorar los niveles de solución de conflictos, de civilidad, de disminución del suicidio infantil en todas las edades, que tendrá que trabajarse planteando el respeto por la propia vida, articulados interinstitucionalmente y con las familias, para impactar masivamente. También, el fortalecimiento de la formación de las familias para el cuidado de sus hijos en prevención del abuso sexual desde sus propios hogares y en otros escenarios.

La humanización del servicio a todos, el servidor público está para dar cumplimiento en los tiempos determinados a las respuestas de derechos de petición, a las necesidades de la ciudad que exige personas deseosas de aportar desde sus cargos con el conocimiento, energía, entusiasmo, ética y buen trato.

Es necesario proteger implacablemente el ambiente, las zonas protegidas, la no tala indiscriminada y abusiva de bosques, de plantas que puede convertirse en una problemática ambiental. Hay que apostarle a la siembra masiva de Ocobos, Cámbulos y Gualandayes, Árboles del Pan y árboles frutales o los que recomiende Cortolima, a fin de que Ibagué y el Tolima en general, contribuyan al sostenimiento y protección del ambiente. Deberá determinarse el número de plantas que harán parte del ambiente geográfico, motivando a la siembra en jardines y zonas protegidas. El sentido de pertenencia debe ser un motivo constante de formación para todos.

Es un grito al unísono el servicio de salud digno, donde los derechos sean otorgados sin necesidad de que se convierta en todo un conflicto a través de vías de derecho.

La finalización de las obras de escenarios deportivos, que por inexistencia incrementan el ocio y el vicio de muchos de nuestros jóvenes. Necesitamos espacios deportivos, piscinas olímpicas, no es justo que hoy en cuanto queda de Parque Deportivo, en la cancha de fútbol haya que pagar en una cuenta del Imdri, por cada hora de su uso, tal como lo expresa un líder comunal.

tatianarojasoviedo34@gmail.com

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