Prohibido enfermarse en Ibagué

Indira Orfa Tatiana Rojas Oviedo

En la “Ciudad musical”, queda prohibido enfermarse un fin de semana, en días festivos, Navidad o Año nuevo u olvidar el pago a tiempo de la medicina prepagada. ¿Quién podrá salvarnos, quién garantizará el derecho fundamental a la salud que por conexidad con la vida se convierte en un derecho fundamental?

¿A quién le importará realmente la ciudadanía? Se necesitan proyectos, acciones, gestión y disponibilidad con calidad en el servicio, previendo la relación técnica médicos-pacientes. Paso a describir un caso de salud ótica, que exigió un recorrido durante cinco horas por la ciudad, en búsqueda de una solución.

El trayecto que se debe hacer ante una enfermedad como la otitis, es decir la inflamación en el oído, es un suceso inaudito un fin de semana. Solo hasta la seis de la tarde un sábado, hay atención prioritaria en la EPS Sánitas, donde afortunadamente, la generosidad de uno de los médicos ya de salida, atendió y ordenó medicamentos y un lavado de oído que a dicha hora no es posible realizarlo porque ya no hay personal disponible.

Se informa que solamente en Asotrauma se ofrece dicho servicio, allí exigen la suma de 200 mil pesos que se deben cancelar previamente para realizar la consulta médica, pese a que se cuenta con la orden médica emitida por la EPS, al igual que la orden para el procedimiento. Sin la cancelación mencionada, no se realiza ninguna atención médica, porque es un ente privado y se deduce que sus fines son de lucro.

En el Centro médico La Quinta, no hay quién pueda realizar un lavado de oído, el médico encargado no está de turno, fue la respuesta de la recepcionista.

El servicio de enfermería a domicilio no surte efecto, porque no hay disponibilidad hasta el lunes a las seis de la mañana.

Entre tanto, va pasando el tiempo. Finalmente y gracias a que en la Clínica del Corazón, que atiende urgencias, el joven jefe de enfermeros, Adolfo Arias, egresado de la Universidad del Tolima, en una actitud profesional y humana, logró dar solución.

Me pregunto, ¿qué podrá hacer un individuo que no tenga la posibilidad de recorrer las diferentes clínicas prestadoras del servicio de salud?

Ibagué ha crecido y sin embargo hay muy pocos servicios de urgencias. Se ha cerrado Medimás, la Clínica Minerva, la clínica Saludcop, la Manuel Elkin Patarroyo del Limonar, sin que se busquen alternativas de disponibilidad para evitar el colapso de los entes prestadores del servicio.

Son incontables los pacientes que acuden al servicio de urgencias, que requieren un médico especializado y sin embargo no se ofrecen las condiciones debido a la poca capacidad para garantizar el servicio.

Coomeva no tiene red de apoyo de urgencias. La Clínica del Corazón en Calambeo, atiende EPS como Sánitas, Nueva EPS, Famisanar, Policía, Magisterio, que son las EPS contributivas. Las EPS subsidiadas son atendidas en el Hospital Federico Lleras y las USI.

Aquí se encuentra un primer proyecto en el Plan de Desarrollo, para el nuevo alcalde de Ibagué y para el próximo gobernador; es urgente que se identifique mediante un estudio serio, el número de pacientes que acuden a urgencias a fin de que se garantice la disponibilidad de recursos físicos y humanos, en condiciones dignas, que descongestionen las prestadoras actuales del servicio; que se garantice la salubridad y se acuda sin miedo como ocurre con la Clínica Tolima, debido a la poca confiablidad que se tiene de ésta.

tatianarojasoviedo34@gamil.com

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