El mundo del chisme y su incidencia

Indira Orfa Tatiana Rojas Oviedo

Son innumerables los estudios que se encuentran sobre el chisme y su relación con el poder, la política, los intereses, las luchas, la vecindad, los grupos y sus edades, y bien puede realizarse un estado del arte o antecedentes de investigaciones sobre un tema que jamás desaparecerá, como una forma de comunicación intencionada.

Haciendo una revisión sobre el tema, encuentro las siguientes conclusiones, de uno de los estudios realizados por la Universidad de California:

Las personas más jóvenes se involucran en chismes más negativos que los adultos mayores, cerca del 14 por ciento de las conversaciones sostenidas por los actores sociales del estudio, correspondió a chismes; casi una hora de su día, el chisme negativo es decir el dañino, duplicó el chisme positivo, predominando el chisme sobre un conocido y no necesariamente sobre una celebridad.

Me pregunto si, ¿A alguien le habrá ocurrido en su escenario laboral, de campaña política u otros? ¿Conocen nombres de individuos que quisieron dañar su imagen con chismes?

El chisme se identificó de igual manera tratado por hombres y mujeres y lo más alarmante a mi juicio, es que el chisme no predominó entre personas de más bajo status socio económico o de formación académica; se evidenció recurrentemente entre sujetos de mayor nivel intelectual y condiciones económicas.

Igualmente, los investigadores señalan que hay chismoseo, cuando se habla de un ausente.

A pesar de que el chisme no es fácil de identificar, a diario se difunde y según el psicólogo MacAndrew, las mujeres son capaces de guardar por más tiempo un secreto, mientras que los hombres solamente son capaces de guardarlo máximo dos horas y media, en promedio.

Y aún cuando contarle un secreto a otro es sinónimo de confianza, no siempre pasa la prueba, porque la información se comparte generalmente con otros. El chisme, se convierte muchas veces en manifestación de aceptación por las personas de quienes se habla.

En nuestra ciudad, se han vivido episodios y oleadas de chisme con fines destructivos, que en algunos momentos lograron su objetivo, como por ejemplo el cierre de la empresa de tamales ortegunos, mucho de esto hay en la convocatoria de la movilización del próximo jueves 21, a pesar de que admito el derecho a la protesta.

En época electoral, los chismes rodearon las campañas, los imaginarios colectivos multiplicaron informaciones con ciertos visos de verdad, pero en muchos casos aislados, sujetos con pretensiones en algunas campañas políticas, en su falta de ética se atrevieron a asegurar hechos jamás ocurridos con el fin de dividir y reinar. Cuanto sucede, es que en algún momento, esos individuos serán develados por sus propios actos e incompetencia, por los intereses que en su momento los llevaron a calumniar, difamar y mentir.

Pero la mayor gravedad está en las personas que hacen caso de chismes sin fundamento y obran con base en ello.

tatianarojasoviedo34@gmail.com

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