En el año 2014, Andrés Oppenheimer, con su libro Crear o morir, sensibilizó a sus lectores por sus planteamientos acerca de las profesiones que necesariamente requieren posgrados a fin de hacerse necesarias y la urgencia de innovar, crear y emprender, cuando el mundo esperaba el año 2020, en el cual la inteligencia artificial haría gala de los máximos niveles en los lugares más desarrollados del planeta y avanzaría en una gran mayoría de países.
Hemos llegado al mencionado año y aún no se toma en serio Revolución Industrial 4.0, que busca la digitalización para lograr de forma inteligente, mayor valor y rapidez en los procesos informáticos, para la industrialización, optimización de recursos en todas sus dimensiones, aportando a las ganancias, eficiencia, eficacia y excelente servicio.
El gran campo de la educación, no parece estar pensado en las exigencias del siglo XXI, en las necesidades educativas de unas generaciones que desbordan el interés por el conocimiento a través de las TIC, con ello el deseo de constituirse como “ciudadanos del mundo”, con espíritu de consumo, con mente abierta, hecho que los coloca en orillas diferentes con los adultos respecto a la percepción que se tiene de su mundo, sus relaciones con la sociedad y la naturalización de nuevas realidades, condiciones e intereses.
Hoy los jóvenes requieren la formación en conocimientos, habilidades, actitudes, manejo de emociones que se traduzcan en solución pacífica o acertada de conflictos, de situaciones, que el siglo XXI impone como un reto mundial que conlleve a poder asumir con responsabilidad, los distintos roles, desde la perspectiva personal, comunitaria, académica y profesional, sabiendo que un joven tendrá la posibilidad de transitar durante su vida por lo menos siete veces por distintos trabajos , y a la fecha, cinco trabajos de esos, aún no existen, tal como lo afirmó el Ministro de Educación de Argentina, en el Foro Económico Mundial, en el año 2017.
¿Se están transformando los currículos en las Instituciones Educativas, para formar según las necesidades que implica el Siglo XXI? ¿Seguimos transmitiendo conocimientos sin reflexionar el hecho educativo? ¿Es pertinente la educación en el año 2020 y estamos pensando en prospectiva? ¿La teoría crítica hace parte fundamental del proceso de formación escolar?
De no hacer un alto y reelaborar la propuesta educativa en cada plantel, seguiremos formando ciudadanos sin habilidades ni competencias creativas, innovadoras, inteligentes e investigativas.
Peter Diamandis (Fundador de International Space University y de Singularity University) considera la necesidad de enseñar la pasión por su misión en la vida, la curiosidad, la imaginación, el pensamiento crítico, la persistencia, entre otras habilidades que necesariamente deben pensarse en el proceso, que hoy es todo un reto con las nuevas generaciones y una necesidad para transformar desde el conocimiento.
Comentarios