¡Nuevas capturas!

Muchos creímos que habría voladores de gratificante despedida desde Ibagué para el Fiscal General encargado Jorge Fernando Perdomo, después de hacer efectivas las nuevas capturas varias veces prometidas con ocasión de las investigaciones por los diseños y obras de los siempre recordados Juegos Deportivos Nacionales de 2015.

Lo que desconocíamos era que las fiscales encargadas de los casos, pretendían en lugar de despedir a un suplente, darle una triunfal bienvenida a su nuevo jefe titular, Néstor Humberto Martínez, lo que aparecerá ante la opinión pública como un magnífico logro – en tan corto tiempo – del nuevo equipo directivo de la Fiscalía General de la Nación.

Son tres nuevas capturas que involucran a personas de la más alta dignidad administrativa municipal y de las cuales siempre esperábamos saliera a flote su responsabilidad penal.

Aunque el círculo judicial por el ‘tumbis’ de los Juegos Nacionales sigue abierto, sí empieza a mostrarse una juiciosa labor y resultados concretos por parte de las fiscales y el equipo técnico de investigación de apoyo, que cambia la dinámica vivida en la ciudad en los últimos años respecto a la unidad de delitos contra la Administración Pública.

Interesante decisión, que no obedece únicamente a la colaboración interesada de los confesos involucrados en el desfalco y que ya están tras las rejas, sino a la experticia que ha logrado demostrar el modus operandi del equipo delincuencial que actuaba desde hace años en nuestra ciudad y Departamento.

Seguimos a la espera de la ampliación de las investigaciones hacia áreas aún no auscultadas por el equipo interdisciplinario de la Fiscalía.

En la Edat aún aparecen las huellas dactilares del doctor Mata, junto a las de sus cómplices y aupadores. Aquel exsenador liberal que ya no lo conoce y manifiesta que no era su amigo, pero lo sacó de ahí para que hiciera lo mismo en la alcaldía de Luis H. y tuvo el cinismo de designarlo Secretario General del Partido Liberal en el Tolima.

En Natagaima, aparecen sus pisadas. Obras inconclusas contratadas con recursos de las regalías y el apoyo de una administración departamental que tenía como único objetivo comprar la conciencia de sus electores, sin miramiento alguno a las necesidades reales de la comunidad. Y el exsenador que lo recomendaba, sigue aún sin conocerlo.

Para no hablar del norte del Tolima, donde también aparecen marcados los cuatro dedos de cada una sus extremidades traseras. Señoras fiscales, sigan esas huellas y miren siempre hacia arriba, porque es ahí donde hay que husmear para encontrar los verdaderos capos de lo que han dado en llamar “el cartel del Tolima”.

Credito
Iván Ramírez Suárez

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