Se trata del Matoneo. La Corte ha proferido un fallo ordenando al Instituto de Bienestar Familiar y al Ministerio de Educación, fijar las políticas que deben seguir los colegios para prevenir y combatir el hostigamiento estudiantil.

Y es que no es para menos, según la Corte uno de cada cinco estudiantes en Colombia son víctimas de acoso estudiantil, una práctica que consiste en maltrato ya sea físico o psicológico por parte de un estudiante o grupo de estudiantes hacia otro. Se ha convertido incluso, en una causa de deserción escolar que ya asciende al 12 por ciento.

Este es un tema que debe convocar no sólo a padres de familia, maestros y directivos docentes, sino también a los órganos del Estado encargados de velar por la protección de los derechos de los niños, niñas y adolescentes.

Es muy preocupante que se presente esta forma de violencia entre los niños y jóvenes, en lugares donde se supone, deberían compartir un ambiente de paz, de tolerancia y de aprendizaje.

Y es preocupante no sólo por quienes son víctimas del acoso, sino también, por quienes lo practican, pues se trata de niños y jóvenes con serios conflictos personales y familiares, que no están recibiendo la atención debida para conjurar este tipo de trances y así evitar conductas antisociales en el futuro.

Por el bienestar de nuestros niños y jóvenes urge un compromiso de todos los estamentos sociales y estatales, para evitar que este problema siga creciendo en las proporciones que lo viene haciendo.