Esta semana se reveló el Índice Departamental de Competitividad (IDC) de 2014 y el Tolima quedó en el puesto 17 entre los 22 departamentos analizados, el mismo lugar que había ocupado en 2013.

Eso quiere decir, simple y llanamente, que nuestro departamento sigue rezagado en competitividad y que no ha progresado en ese frente, de acuerdo con el IDC, que elaboran el Consejo Privado de Competitividad (CPC) y el Centro de Pensamiento en Estrategias Competitivas (CEPEC) de la Universidad del Rosario.

Ese índice mide temas como instituciones, infraestructura, tamaño del mercado, educación básica y media, salud, medio ambiente, educación superior y capacitación, eficiencia de los mercados, sofisticación y diversificación, e innovación y dinámica empresarial.

En particular, el IDC tiene en cuenta asuntos tan variados como la cantidad de jueces por cada 100 mil habitantes, la eficiencia de la justicia y el acceso a mecanismos alternativos de justicia; la cobertura y la calidad de la educación; la protección integral a la primera infancia; la cobertura de acueducto y energía eléctrica; los costos de transporte terrestre a los puertos y el número de pasajeros movilizados por vía aérea; las consultas y trámites en línea, el número de pagos de impuestos al año, la facilidad para registrar propiedades y obtener permisos de construcción; el número de camas para servicios especializados de salud, la mortalidad por anemia y la desnutrición crónica.

Específicamente en medio ambiente, el IDC tiene en cuenta variables como disposición adecuada de residuos sólidos, biodiversidad, número de empresas certificadas ISO 14001, deforestación, prevalencia de desastres naturales y el índice de gestión de riesgo.

Algunos podrían decir que es “obvio” que haya regiones que superen al Tolima en competitividad, como Bogotá, Antioquia, Atlántico y Valle, que son las más grandes, ricas y desarrolladas del país. Sin embargo, confieso que me da mucha vergüenza que estemos por debajo de departamentos que considerábamos similares al nuestro como Boyacá, Caldas, Cauca, Huila, Nariño, Risaralda y Quindío. En el IDC de 2014 apenas superamos a Cesar, Sucre, Magdalena y Córdoba, que son los últimos departamentos en el escalafón.

Según el IDC, el Tolima solo está entre los 10 primeros departamentos en materia de eficiencia de los mercados (puesto 7), infraestructura (10) y educación básica y media (10).

Pero quedamos pésimo en medio ambiente (puesto 19), donde retrocedimos seis puestos respecto al año anterior. No quisiera saber qué puede pasar en ese frente, lo mismo que en el de agua potable y salud, el día en que comience la temida operación de la Anglogold Ashanti en La Colosa.

Pese a los avances que hemos tenido, nos sigue yendo mal en sofisticación y diversificación (puesto 19), educación superior y capacitación (17) y salud (16).

Por todo lo anterior, la calificación que saca el Tolima es de 3,7 sobre 10.

¿En qué hemos fallado? ¿Por qué seguimos tan rezagados? ¿Qué nos ha faltado? Sería bueno que tuviéramos la capacidad de dar un debate desapasionado y serio sobre la competitividad, en momentos en que comienza a calentar motores la campaña electoral del año entrante y cuando Colombia quiere hacer parte de los mercados globales.