Se calcula que a partir del próximo 15 de febrero comience la iniciativa denominada obras por impuestos. La misma busca que en las Zonas Más Afectadas por el Conflicto (Zomac) las empresas pequeñas, medianas y grandes puedan invertir para rebajar el impuesto sobre la renta, para aquellas cuyos ingresos brutos sean iguales o superiores a mil 71 millones de pesos.
Se tiene previsto que en dos opciones se puedan beneficiar los empresarios y comerciantes que asuman la iniciativa. Con lo cual podrán rebajar hasta el 50 por ciento de dicho gravamen. La primera, que hagan inversiones por un monto de hasta 50 por ciento del impuesto de renta a cargo de una vigencia, o que dicha inversión sea superior al 50 por ciento del impuesto de renta a cargo. En cuyo caso podrán descontar del impuesto hasta el 50 por ciento del mismo durante una vigencia, en cuotas iguales durante un periodo de 10 años.
A propósito solo se podrán invertir en proyectos previamente viabilizados y prioritarios que se consideren de trascendencia social para la zona en infraestructura, suministro de agua potable, alcantarillado, energía, salud, educación y construcción de vías.
En el país fueron 334 los municipios o zonas beneficiadas por esta iniciativa gubernamental, al Tolima 21 municipios: Alvarado, Rioblanco, Anzoátegui, Roncesvalles, Ataco, Rovira, Cajamarca, San Antonio, Casabianca, Santa Isabel, Chaparral, Venadillo, Dolores, Villahermosa, Herveo, Villarrica, Lérida, Ortega, Planadas, Prado, Murillo.
Es decir, casi el 50 por ciento de los 47 que tenemos, lo cual tiene dos lecturas; el conflicto nos tenía absolutamente jodidos y atrasados, o esta es una enorme oportunidad de generar mejores condiciones de vida y desarrollo físico, comercial y agroindustrial de esas regiones.
Me imagino que los alcaldes y el Gobierno Departamental deben tener ya lista la batería de proyectos para que las empresas nacionales y extranjeras asentadas en Ibagué y otras regiones, vengan a pelearse esos proyectos e iniciar toda la actividad, que ponga casi que en obra a esos municipios. Espero, es el deseo por el bien de la gente, no vaya hacer que no esté ninguno viabilizado, ajustado, normado como se debe.
Entiendo que hay muchas empresas interesadas en dichos beneficios tributarios, expectantes a que llegue el 15 de febrero para iniciar casi que una puja por querer un proyecto de beneficio social. Ojalá y no nos llevemos una sorpresa desagradable con la parsimonia y burocracia locales que arruinen esta magnífica oportunidad.
Es más, con semejante desafuero y catástrofe que el alcalde Guillermo Alfonso Jaramillo pretende cometer contra los ibaguereños con el alza desproporcionada del impuesto predial, que ahora lo tiene reculando de a poco para no tirarse la lista de la decencia del Tolima ni espantarle los muchachos adeptos a Petro, debería inventarse algo así como “obras por predial”.
Darse una vueltica sin tinte político por los barrios, mirar de nuevo las calles, andenes, parques, redes de acueducto y alcantarillado, e invitar a los comerciantes o empresarios que tengan sus negocios por ahí, para rebajarles el 50 por ciento de ese atrevido predial si ayudan a recuperar los sitios. Con eso subsanaría en algo el tremendo navajazo al bolsillo de los ibaguereños más pobres, asalariados y la clase media que al parecer habían calculado premeditadamente y calladamente dar este 2018, y que en algo se ha detenido gracias a las denuncias ciudadanas y de los medios de comunicación.
¿Será que con semejante embarrada con C, vamos a estrenar secretarios de Hacienda, de Planeación y hasta director regional del IGAC pronto? Sería lo mínimo. Que no nos salga el Alcalde otra vez con la película “Soy honesto, soy decente, soy honrado, pregúntenle a mi hermano el también político y verán que es verdad”.
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