–Gersan-
El letrero de “se arrienda” colocado en la facha del Museo de Arte Modero de Bogotá, despertó toda una polémica en el país y puso en el ojo público nuevamente la difícil situación de los museos en Colombia.
La creativa estrategia para llamar la atención de parte de Claudia Hakin, su directora, logró despertar la solidaridad sobre la crisis de sostenibilidad financiera que a traviesa ese centro del arte y la cultura nacional, que funciona desde el año 1962, gracias a la entonces crítica de arte Marta Traba.
Según datos revelados, a propósito de lo visible que se volvió el caso del MamBo, más de la mitad de estos lugares de promoción, conservación y aporte a la cultura de nuestra nación, no tienen fortaleza económica ni consiguieron en las vigencias anteriores su punto de equilibrio financiero. Así lo indica el propio ‘Programa de Fortalecimiento de Museos’ del Ministerio de Cultura.
El problema no es que sean de naturaleza pública, privada o mixta, porque todos tienen penurias ya que existe una especie de abandono del Estado y la ciudadanía, sumada a una subvaloración de sus aportes a la sociedad.
Subsisten o sobreviven en su gran mayoría por los aportes obligatorios de ley ya sean nacionales, departamentales y/o locales, que llegan en su gran mayoría a través de convenios, pero para labores muy específicas de apoyo artístico o exposiciones, por tanto, siguen colgados en el pago de servicios públicos, de personal, mantenimiento e inversión en tecnología.
Hace pocos meses veíamos a la directora del Museo de Arte del Tolima, la aguerrida y emprendedora Margaret Bonilla, solicitando apoyo para nuestro MAT, que con algunos bonos y convenios sobrevivía. Nos imaginamos que la situación poco o nada ha cambiado para 2018. Propongámosle a Margaret que al estilo del MamBo, ponga un inmenso letrero en la Séptima con calle Quinta de Belén, pero no de se arrienda si no de se vende, para ver si despertamos la conciencia gubernamental, gremial, ciudadana y política de apoyo a este icónico lugar.
Y a propósito de estar en plena campaña política para el Congreso, conocer cuál es el compromiso de nuestros candidatos a la Cámara de Representantes y los senadores de la tierrita, ahora que ya hay más conciencia de tolimense vota tolimense, para apoyar públicamente o comprometerse con gestionar más apoyo del Estado hacia el MAT y todos los museos del país.
Los candidatos podrían empezar con un apoyo cierto, real, de esos que se sienten, que de los aportes o donaciones levaran un chequecito o hicieran una transferencia electrónica a las cuentas del MAT y nos contaran. Que públicamente invitaran a las estratos altos a un gesto de amor a comprar un bono, una membresía o un patrocinio, luego de comprar la de ellos.
Además, y una más fácil, que ayudara en el arranque económico del año; Que este mes hicieran algún evento de su campaña allí: una rueda de prensa, una adhesión de alguien, la presentación de su propuesta para el sector cultural o un pequeño mitin, pero que paguen por ello. Así es que se hacen apoyos hoy. Y que nada de eso signifique que el MAT está en venta al Conservador, Liberal, del CD, Polo, Verde, Maís, de Cambio Radical o de ningún otro partido o movimiento.
Según cifras del ‘Programa de Fortalecimiento de Museos’ del Micultura más de la mitad de los museos no lograron un punto de equilibrio en el 2016.
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