Cerdo presidente

Nelson Germán Sánchez

–Gersan-

Cerdo debe ser el próximo presidente porque a los que hay no se les puede creer.

A Petro porque ahora promete “escribir sobre mármol” que él no es la izquierda radical ni el candidato de las Farc ni va a expropiar ni a irrespetar los bienes de capital y renta, ni la propiedad sobre la tierra -sino todo lo contrario-, y que va a invertir en educación la pública; lo mismo que decía el difunto Chávez en Venezuela. ¡Ah! y que dejó a Bogotá echa una maravilla, con ríos de miel y progreso, experiencia que quiere llevar a todo el país. Jejeje. Con razón hace tanta defensa de los alucinógenos.

Ni a Vargas Lleras que anda para arriba y para abajo diciendo que lo tienen que elegir por haber nacido en la Casa de Nariño desde el tiempo que su abuelo fue presidente de Colombia y que como toda la vida ha vivido a costillas del Estado y del bolsillo de los colombianos, desde concejal, senador, ministro y vicepresidente de la República, que esas son sus credenciales. Pareciera estar buscando es rematar en su egoteca familiar con un cuadro colgado como expresidente. ¡Que bonito!.

Al ver a Sergio Fajardo en los debates llevados a cabo en la región paisa y en la región atlántica en los canales locales, se queda uno con la inquietud de si ese fue el gobernador de Antioquia y alcalde de Medellín, que dizque transformó la calidad educativa. Errático en las respuestas, timorato en las propuestas, incompleto en las ideas. Ummmm. Sería mejor que la loca Claudia fuera la candidata, piensa uno.

El párvulo de Uribe, el buen muchacho, el niño ‘Ivancito’, cada vez que el patrón le suelta la mano en público hace lo de los bebés imprudentes: la cag…. Lanza globos para aquí, para allá, confetis, serpentinas como si fuera una fiesta de prejardín. Y para evitar que de pronto me entutelen mis compañeritos de página que pertenecen a esa campaña, conste que el nombre de la columna no lo puse por él, ni inspirado en Matador.

De la Calle, es eso, de la calle, todo el mundo le pasa por encima, no se le presta atención porque representa la misma esencia de hacer política en Colombia, de los viejos mañosos y politiqueros como Serpa, Gaviria, Cristo y Samper. Así que la gente no le come cuento ni le cree y mucho menos con semejantes compañías tan tétricas.

A Vivian Morales el arrebato no le alcanzó porque ni sus pastores cristianos parecen estar a gusto con algunas de sus posturas filosóficas muy cercanas a la inquisición; debería haberle ofrecido la Vicepresidencia a monseñor Ordóñez, para tratar de repuntar.

Piedad, pues nada, esperaba que las Farc la ungieran como candidata, pero al ver que estos ya tomaron la decisión en bloque de que Petro fuera su candidato presidencial por garantías ideológicas –pero shitoo, sin decirlo duro- pues quedó como Teodora buscando a Bolívar, sin rumbo.

Por eso, ahora que chucho el de Servientrega no está de candidato presidencial, la única opción que nos queda en la ‘indiosincracia’ colombiana es realmente la de Cerdo Presidente, Carlos Molina, protagonista del programa La Tele Letal del canal Red Más. Sí, el personaje de la televisión que saltó a la fama por allá en los 90 con Santiago Moore y Martín de Francisco en la Tele y luego alcanzó reconocimiento con las caricaturas.

Ese sí que es un tipo del pueblo, que dice las cosas como son y sin eufemismos, no promete, porque no va hacer nada, no se compromete porque no va a cumplir y asegura que como no tiene nada que ofrecer pues apoya la paz y la justicia en todo el mundo para quedar bien y entrar en sintonía con los colombianos que seguimos dando vueltas a ese tema, como el perro que persigue su cola. Por eso me uno a #Cerdopresidente.

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