Libertad de prensa “contaminada”

Nelson Germán Sánchez

Ejercer el oficio periodístico en Ibagué es un riesgo hoy en día. Tal vez para la mayoría el hecho de que la Fundación para la Libertad de Prensa –Flip- haya hecho un evento en la ciudad la semana anterior para analizar la hostilidad hacia periodistas y medios en la ciudad sea de rutina; pero no, tiene mucho de fondo. Dice de manera literal el informe de la Flip que “En el último año los ataques contra los reporteros de la ciudad de Ibagué se han incrementado de manera alarmante. En menos de cinco meses la Flip ha registrado doce agresiones a la prensa, mientras que en 2017 se documentaron trece. Estas cifras se han duplicado si se comparan con el 2014, cuando se registraron siete ataques”.

Pero según el propio informe, a esto se suma que en los últimos cinco meses se registraron 12 agresiones a la prensa sumados a los 13 registrados el año anterior, lo cual quiere decir que en acumulado ya van 25 en menos de año y medio, lo cual debe disparar las alarmas.

Es más, la Flip habla de censura, lo cual debe elevar más en el volumen de esa alarma, porque no es cualquier palabra, quiere decir ni más ni menos que estamos en un escenario en la capital del departamento donde existe la capacidad de suprimir o modificar lo que se considera no se ajuste a determinados planteamientos políticos, morales o religiosos para determinar si se puede publicar o no. Examinar previamente -por “alguien”- alguna información dirigida al público. En otras palabras, que medios y periodistas de Ibagué solo publiquen lo que es conveniente a la administración pública en ejercicio u otro tipo de poderes locales incluidos las de las mafias y clanes de corrupción que ya campean nuestro territorio.

La estigmatización del alcalde Guillermo Alfonso Jaramillo y varios de sus funcionarios a medios y periodistas ha contribuido a ese mal clima indica el informe. Al igual que el comportamiento de algunos medios y periodistas que según la Flip vieron comprometida su independencia al recibir millonarios contratos de pauta publicitaria de la Administración anterior, frente al robo descarado de la plata para la construcción de los escenarios de los Juegos Nacionales, que realizó el alcalde Luis H con su camarilla de asesores abogados y funcionarios. Y se suma que según el informe, el alcalde Jaramillo denunció que algunos periodistas lo han chantajeado en busca de nuevos contratos con la Administración.

A lo cual se suman las amenazas a la vida e integridad de algunos comunicadores por parte de bandas delincuenciales, lo que altera mucho más el ambiente para poder ejercer con libertad y sin presión alguna el deber de informar con veracidad e imparcialidad de lo que está sucediendo en la ciudad en busca del bien común.

El ejercicio hecho por la Flip en Ibagué debe servir para hacer una reflexión al interior de medios de comunicación y de periodistas frente al deber ser para con la sociedad. Reconocer los errores y enmendarlos de encontrarlos, debatirlos con el público, mesurar posturas personales e intereses de crecimiento económico frente a la enorme responsabilidad que significa informar y orientar la opinión. Igual que no prestarse a juegos mezquinos de poder desde lo público, lo privado, las universidades, empresas u organizaciones. Pero también es necesario darse su lugar y exigir respeto frente a esos mismos poderes. Actuar en concordancia al principio de la verdad, que da paso al de la credibilidad, que a su vez se convierte en el mejor escudo frente a ataques virulentos y malintencionados de políticos y criminales que buscan desprestigiar el oficio y quitarle respetabilidad para eliminar su tarea básica de servir de alguna forma de contrapeso al abuso de esos poderes, dada la molestia que les causa recordarles su obligación de rendir cuentas al ciudadano y que no son reyezuelos sino funcionarios públicos o ciudadanos en una función temporal y que por tanto deben explicar sus decisiones, acciones y conductas. Al darse ese estatus moral podrán reclamar con más ahínco acciones contundentes de las autoridades frente a los criminales y sus estructuras, sin importar quienes las conformen. Sin prensa libre y sin periodismo responsable los único perdedores son el ciudadano y la democracia.

ANTONIO MUÑOZ MOLINA

RODOLFO WALSH

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