El desmadre de la seguridad

Nelson Germán Sánchez

El 24 de diciembre robaron mediante asalto a mano armada a una colega que trabaja en una entidad oficial en el sector de Casa Club, dinero, tarjetas, documentos de identidad y casi la desnudan para llevarse la pinta decembrina que llevaba puesta.

Otra mujer fue víctima de asalto para robarle su celular en plena carrera Tercera con calle Segunda del barrio La Pola y si no es por la oportuna reacción de la ciudadanía y algunos escoltas, el bellaco se vuela.

A jóvenes ciclistas les robaron sus celulares en inmediaciones del Cañón del Combeima, y a otros unas bicicletas por la zona de Aparco en estos días vacacionales.

La semana pasada se metieron y robaron una reconocida panadería en plana calle 37 de la ciudad. En diciembre pasado robaron en por lo menos tres locales comerciales ubicados sobre la paralela del Jordán, en el Centro de la ciudad los transeúntes, comerciantes y compradores se quejaron hasta más no poder del cosquilleo, el raponazo o cómo les desocuparon sus bolsas de compras decembrinas, esperando que alguna autoridad pusiera control, unas acciones de seguridad en marcha o les pusiera cuidado.

No hay duda que el tema de cómo arreglar la desmejorada seguridad en la ciudad debe ser de los ejes centrales de la campaña que se avecina para reemplazar al alcalde Jaramillo en el Palacio Municipal, pues es sin duda de una de las situaciones que más aqueja a los ibaguereños, de lo más denunciado en redes sociales y registrado por medios de comunicación de la ciudad a diario.

Y es que no es un simple asunto de percepción ciudadana o de tratar de presentar el disfraz de la situación en una estadística, la inseguridad en Ibagué es un hecho cierto. No hay día de la semana en que no se conozca de una situación en la cual se atentó contra los bienes o la vida de algunos de nuestros paisanos.

Es hora de pensar en serio qué hacer frente a este flagelo que va creciendo como la espuma y pareciera salirse de control en plana cara de las autoridades locales y policiales. Se dice que se aproxima el cambio de quien dirige la Metib en Ibagué, pues solo hay que decir que es justo y necesario ese cambio ojalá no solo de la comandancia sino de toda esa cúpula, porque sus malos resultados hablan más que ellos a través de los medios de comunicación.

La ciudad necesita inversión en una estrategia de seguridad, aunada a más tecnología, pie de fuerza y logística para la misma. Sí, es cierto aquello de que hay que educar al niño para no castigar al adulto, pero en el desmadre en que parece estar la capital tolimense en materia de seguridad, o mejor de inseguridad, es mejor hacer esas dos tareas al tiempo con la misma energía y contundencia.

Por eso, también es necesario exigir desde ya a los candidatos o precandidatos que presenten sus iniciativas y argumentos para combatir este flagelo que parece estar consumiendo el espíritu de la Musical. También, que ahora no vayan a salir con el manido cuento mentiroso de siempre de que exponer públicamente la situación es una campaña de desprestigio, un ataque contra el “pristino Alcalde municipal”, son solo percepciones porque este ha sido el mejor gobierno de la historia en temas de seguridad o que se trata de los amigos del nefasto y devorador ex alcalde Luis H. (que sigue en la cárcel por el robo de los escenarios deportivos de los Juegos Nacionales). Porque la realidad no se puede tapar con un dedo, como tampoco el ardiente sol que por estos días nos abraza por esta comarca.

Hay que pedir más trabajo real desde la Policía y a los organismos de seguridad del Estado, más apoyo al Gobierno nacional, más gestión de la Administración municipal en lo que es de su competencia y que vuelva la articulación para trabajar proyectos conjuntos entre el sector gremial, el comercio formal, asociaciones y demás con la Alcaldía.

Claro, en contrario, no demoramos es en ver actos protocolarios oficiales lambiscones, para dar medallitas o condecoraciones en besa manos, de tú me lambiste yo te lambo, para cumplir con el cupo de selfis de la semana para la egoteca oficial, a quienes poco hicieron por este crucial tema para la vida y bienes de los ibaguereños. ¡Pónganse serios!

–Gersan-

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