Educar para la paz en medio del conflicto

Nelson Germán Sánchez

“Docencia Rural en Colombia: Educar para la paz en medio del conflicto armado” es el nombre del informe presentado por la Fundación Compartir, orientado a conocer la condición en que laboran y desempeñan docentes y directivos docentes en las zonas rurales de conflicto colombiano.

Algunos de los datos significativos, que vale la pena conocer para tener una mayor idea de lo que deben afrontar esos valientes docentes, es que más del 60 por ciento de las víctimas por violencia fueron en la zona rural. Pero si en este ítem, advierte el mismo informe, se tiene en cuenta el desplazamiento forzado: “la proporción de víctimas en el país violentadas en las áreas rurales equivaldría a un 86.6 %, mientras que el 13.8% restante correspondería a cabeceras municipales”.

Como si eso fuera poco, el informe da cuenta de una realidad que todos sabemos, nos imaginamos y hemos palpado pero que no tomamos en cuenta, los niños de la zona rurales asisten a instituciones educativas de baja calidad, contra lo cual luchan esos docentes.

Trescientos treinta mil 625 son los docentes y directivos docentes colombianos, de los cuales el 34 por ciento se encuentran ubicados en la zona rural. Y muchos son víctimas del conflicto armado. Mil 579 docentes colombianos en los últimos 60 años han sido víctimas directas del conflicto armado.

Así mismo, 1.63 maestros sufrieron asesinatos selectivos, siendo el delito más frecuente para ellos; 201 docentes sufrieron secuestro y 200 maestros fueron desaparecidos. En estos guarismos dice el informe que “la alta proporción en que los docentes de los territorios Pdet fueron víctimas de asesinato selectivo (69%) frente al resto de la población del país (44.1%) indica que la prevalencia de este delito en este caso se relaciona con el rol del maestro como un factor importante para su victimización”.

Y continúa el interesante documento dando cuenta de que hay una relación actual entre el asesinato de líderes sociales y maestros en el marco de lo que se llama posacuerdo. Tan es así, que en los perfiles de líderes asesinados últimamente se encuentran maestros vinculados a organizaciones sindicales. Profesores han sido víctimas de homicidio en departamentos como Córdoba, Valle, Cauca, Guajira, Antioquia, Risaralda, Bogotá y sí Tolima, según información basada en la Comisión Colombiana de Juristas, referenciada en el informe de la Fundación Compartir.

Los docentes han sido afectados directamente por el conflicto armado y sus actores, dados los enfrentamientos entre grupos armados, hostigamientos, persecuciones y la naturalización del conflicto propiamente dicho, es decir, adaptarse a las zonas para poder sobrevivir.

Lo que a veces pareciera desconocer el colombiano común y corriente, especialmente quienes vivimos en las áreas urbanas, es que, al esos docentes permanecer en tales zonas afectadas, se convierten en constructores de paz, por el solo acto de quedarse allí, que es en sí misma una acción de resistencia contra esos actores y en favor de construir la paz.

 –GERSAN-

Comentarios