El mejor regalo

Nelson Germán Sánchez

El mejor regalo que todo ibaguereño o quien viva aquí puede darle en estos 469 años a la Villa de San Bonifacio de las Lanzas de don Andrés López de Galarza, no son ofrendas florales, ni himnos, ni fanfarrias, encuentros musicales ni jolgorios. Nada de obras incompletas o inconclusas. No.

Ese regalo debe ser de actitud, de respeto y de responsabilidad. Buen comportamiento en la calle, no arrojar basura, ceder el paso, respetar las normas de tránsito, las de convivencia, hablar bien de la ciudad, hacer uso de sus servicios públicos con moderación, comprar a las empresas de aquí, contratar mano de obra local, esos son verdaderos regalos. Esos sí tienen razón de ser.

Así como desarrollar sentido de pertenencia, de orgullo, conocer sus potencialidades, recorrer sus atractivos turísticos, hacer la ciudad y su zona rural más nuestra es algo primordial.

Dejar de escuchar y hacer alharaca por lo de siempre. Lo de cada cumpleaños: yo sí hice, yo sí cumplí, todos son malos excepto yo, por eso ustedes me tienen que agradecer tienen que ser sumisos, votando por quienes yo les digo, por los míos, así no haya terminado nada o esté a medias; además, de hecho con su plata, sus impuestos, el sudor de su frente y su esfuerzo, pero que yo pude gastar y por eso ustedes me tienen que adorar, lamber y premiar y votar por el que yo les diga. En todas partes es el mismo cuento.

Por eso, también, el mejor regalo que podemos darle a la ‘Musical’ hoy por hoy es generar nuevos liderazgos, dar oportunidad a quienes no los han tenido, elegir buenos mandatarios, tener la determinación en ese momento cuando estemos solos frente al tarjetón en cubículo de votación, de usar la conciencia y el poder que da el voto para transformar las cosas. Saber que quien le ofreció la plata, el contrato, el puesto, para que lo conserve o llegue a él, lo mismo le ha dicho a miles y tiene la firme convicción de no cumplirle y solo utilizarlos porque ya tiene su círculo cerrado de poder para premiar y enriquecer como lo ha hecho siempre.

Ese o esos personajillos, estarán el 27 de octubre a las 4 de la tarde, cómodamente apoltronados con un vaso de wisky en sus manos, escuchando la radio, riéndose a carcajadas del mal ajeno, frotando sus manos y esperando para gritar “se las volvimos a hacer nos volvieron a elegir”. Chupen, chupen que más ricos nos haremos a costillas de ellos.

Por tanto, ese mejor regalo que podemos darnos a nosotros mismos en este onomástico de la capital tolimense es hacer más pedagogía política. Que aprendamos de los errores pasados y presentes, de que haciendo lo mismo y eligiendo a los mismos, nos van a mantener como hasta hoy en lo mismo: Con una ciudad vieja de casi 500 años, pero muy poco moderna, sin la infraestructura urbana y de servicios adecuada, con un desempleo desbordando y una desocupación de dos dígitos en un 14 por ciento, y esa ocupación mayoritariamente informal en más de un 50 por ciento, lo cual innegablemente es una tragedia para Ibagué hoy.

Cada uno puede darle un regalo a Ibagué, y eso no pasa por la festividad o la rumba que monte el gobierno en turno. Pasa por actitud y aptitudes para superar lo que hoy nos mantiene atrasados frente al desarrollo, progreso, modernidad y oportunidades que ciudades más jóvenes que la nuestra presentan. Feliz cumpleaños Ibagué.

–GERSAN-

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