Óscar y el almirante

Benhur Sánchez Suárez

“Allá en la Guajira arriba”, novela de Óscar Perdomo Gamboa publicada por Caza de Libros, es una excelente obra por variadas razones, pero, principalmente, por dos que voy a resaltar aquí:

La primera porque es un amoroso rescate del vallenato como expresión de un pueblo, su historia, sus leyendas, su paisaje, su nostalgia y su alegría.

La segunda porque le hace justicia al almirante José Prudencio Padilla, prócer de la Independencia de Colombia, hoy olvidado, y porque esta reivindicación demuestra cómo su autor investigó a conciencia el trasegar de su vida, sus éxitos y derrotas, sus amores y sus odios hasta llegar a este feliz rescate que hoy pone en nuestras manos.

La novela es, entonces, histórica.

Tanto la presencia del vallenato como la del héroe originan tres historias paralelas que poco a poco se entrelazan para dar como resultado una totalidad en la que el país se retrata en sus grandezas y debilidades.

Las historias están unidas porque es el cantante vallenato, guajiro para más señas, quien las cuenta y porque le sirven como pretexto para atraer a Lissette, dama de mejor familia, y seducirla con el canto de sus vallenatos y la magia de sus historias.

Las obras de arte literario deben tener dos cualidades para que perduren, para que el lector se apropie de ellas. La primera es la forma como se nos presente o, mejor, de qué manera el autor nos empaqueta el cuento para que nos guste. La segunda es lo que se cuenta. Lo que cuenta poco importa, en realidad, ya sea un tema trascendental o uno insignificante, porque él no es el que define su artisticidad y su importancia estética.

La narración está escrita en largos párrafos continuos que copan cada fragmento en que se divide la novela, sin puntos aparte, salvo la narración de las aventuras de Escalona y Socarrás donde aparecen los diálogos en la forma tradicional.

Como corresponde al carácter de la novela la narración de la historia del Almirante Padilla es la más larga y densa. Las otras dos son más breves, contundentes, porque no tienen ramajes que densifiquen su desarrollo.

Y las tres son lineales, cronológicas, avanzan fijando en cada corte de fragmento la expectativa y la intriga para que el lector también crezca en su afán de conocer lo sucedido.

Óscar Perdomo Gamboa es ibaguereño, radicado en Cali hace algunos años. Es Magíster en Literatura y Doctor en Humanidades. Ganó el premio Jorge Isaacs con su novela Hacia la aurora. Ha publicado también “De cómo perdió sus vidas el gato” y “Ella, mi sueño y el mar”, entre otros libros.

Así que los invito a leer “Allá en la Guajira arriba”. Sé que no se arrepentirán de hacerlo.

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