Arnulfo Rojas Yáñez ha publicado un libro memorable, no sólo por el acerbo bibliográfico que contiene, la documentación que exhibe para demostrar su tesis, sino también por el enfoque con el que dirige la que ha sido para él una larga investigación en busca de la verdad.
Se trata del libro “Silva, el poeta de la muerte. Estudio y cosmovisión” que será lanzado en el Huila esta semana, el jueves en Pitalito y el viernes en Timaná, y ha sido editado por la editorial Caza de Libros, con sede en Ibagué.
Como ya se sabe, la tesis del homicidio de José Asunción Silva la sustenta Enrique Santos Molano en su libro “El corazón del poeta” (1992). Sin embargo, ciento veintidós años después de su desaparición en Bogotá el 23 de mayo de 1896, surge Arnulfo con este libro que, precisamente, sostiene su muerte por suicidio.
Recordemos que la palabra homicidio viene de homo, hombre (matar al hombre) y suicidio de sui, de sí mismo (matarse así mismo). El libro es minucioso en la exploración de documentos y demuestra que la comunión entre obra, lectura y análisis debe ser de tal magnitud que permita que el mundo se enriquezca con ella.
Así que Arnulfo, fiel a los postulados de la mejor investigación, revive al poeta y lo renueva para la cultura en este libro de 450 páginas.
Leerlo es descubrir un universo distinto, que va más allá del chisme que escuchamos de estudiantes, pero al que no le pusimos interés alguno, aunque recitáramos el “Nocturno” en veladas escolares y tertulias literarias.
Personalmente recuerdo al “Loco Silva”, poeta Luis Herman Silva (1940-2016), compañero de estudio en la Normal Superior de Pitalito, que lo recitaba con sentimiento de declamador en los Centros Literarios. Luis Herman murió en su habitación, donde se quemó su vida de poeta y su producción literaria, la noche del 7 de marzo de 2016.
Enorme y valioso trabajo el de Arnulfo Rojas Yáñez (1947), de quien debo decir que nació en Chaparral, Tolima, pero desde muy niño fue llevado por sus padres a Timaná, Huila, donde aprendió a amar ese paisaje exuberante y desarrolló no sólo su oficio de educador y docente, sino que influyó de manera eficaz en el movimiento cultural de la región. Hizo su bachillerato académico en el Liceo de los Andes en Bogotá (1968) y luego se tituló Maestro en la Normal Superior de Pitalito (1971), como lo hiciera yo en 1963. Es licenciado en Lingüística y Literatura de la Universidad de la Sabana (1988), también en Bogotá.
Culminó su vida laboral como rector de varias instituciones en Timaná y Pitalito donde, precisamente, se hará el lanzamiento de su obra.
Felicitaciones para Arnulfo por su esclarecedor trabajo.
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