Doscientos años

Benhur Sánchez Suárez

Doscientos años no se cumplen todos los días. Ni se celebran. Pero durante un año se pueden realizar actos que nos recuerden que el sitio en donde estamos o del cual procedemos cumple esa cantidad de años. Bicentenario, dicen los que cuentan los años sin misericordia. Todo depende del arraigo de sus habitantes, del amor que se sienta por el terruño o la necesidad de identificación que experimenten sus pobladores, ya con el paisaje o ya con los cambios que lo hayan transformado en aras del progreso.

Por eso se dice que el pueblo natal es para cada uno el que viva en su memoria.

Y esto sucede con Pitalito (Huila) que el 13 de junio de 2018 conmemoró el bicentenario de su creación y ha seguido celebrándolo hasta que se extinga en junio del 2019 el pretexto de cumplirlos para señalar su grandeza.

Variada ha sido la programación que han llevado a cabo los laboyanos. Exaltación de personajes de los cuarenta lustros o las veinte décadas, competencias deportivas y agropecuarias, libros que contengan en lo posible esos setenta y tres mil días de continuo avance, afirmación de las labores que han dibujado un rostro inconfundible en el imaginario de los colombianos.

Precisamente libros, tan importantes para la humanidad, son los que recibí del Instituto de Cultura, Recreación y Deporte de Pitalito y quiero resaltar ahora.

“Relatos de Pitalito, Dos siglos de historia”, compilación de textos de diecinueve autores, no todos laboyanos, que desde diversas ópticas y áreas del conocimiento, dibujan para el lector el espíritu de la región. Los textos fueron compilados por Rafael Flórez Correa, con la asesoría de Laura Cruz Ríos y la dirección de Jorge Eliécer Cruz Ortiz. No es un libro literario. Como es obvio, prima la historia sobre la elaboración estética.

“Pitalito, 200 años de historia” elaborado por William Alfredo Chapman Quevedo, Sandra Milena Ariño Solano y Jorge Eliécer Cruz Ortiz, libro central de las publicaciones en la medida en que consigna, desde lo académico, la historia oficial de la ciudad. Trae una cartilla, “Dos siglos de historia laboyana”, que es un acierto, para el conocimiento general de la historia de Pitalito.

También recibí dos libros, que no son del programa oficial, pero tan importantes como aquellos, porque establecen el contrapunto con los textos contratados por la organización del Bicentenario. Se trata de “Pitalito en los albores del siglo XX”, de Ricardo Ayerbe González, y “Remembranzas laboyana”(sic) de Néstor Soto.

Libros meritorios para la comprensión de la evolución del municipio, su desarrollo, sus personajes históricos, su cronología de hechos importantes, reflejo de una región pujante que naciera como Hacienda de Laboyos y hoy es Pitalito, a secas, resplandeciente con sus doscientos años tatuados en sus páginas.

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