Las treguas del recuerdo

Benhur Sánchez Suárez

Suele suceder que cuando acaba un año el hombre realice un balance de lo que pudo hacer en los doce meses anteriores. Cambian muy poco las condiciones, sigue saliendo el sol por el oriente y las deudas, aunque han disminuido un poco, continúan atormentando el discurrir de los días que se avecinan.

Nadie da tregua a la supervivencia. Los milagros son pequeñas loterías que se juegan a diario para sobrellevar el angustioso paso del tiempo. Pero no es que abunden mucho. El hombre sigue rezando y prendiéndole veladoras al destino. Total, las obligaciones son las mismas y los errores se continúan cometiendo para que todo sea normal en este bendito siglo XXI.

Yo, como cualquier ser humano, también miré hacia atrás e intenté hacer ese arqueo de mis actos.

Mi ego me dijo que escribí 48 columnas de opinión, como un pequeño libro de 96 páginas, bastante irrisorio me parece. Y leí cuarenta libros, más o menos.

Participé en la Feria Internacional del Libro de Bogotá, Filbo, porque se lanzó la colección de ensayos literarios de Pijao Editores, que incluye el título “Vidas contadas” sobre mis 10 novelas publicadas.

La editorial Caza de Libros editó para Colombia mi novela “Memoria de un instante”, que había publicado el año anterior en Madrid, España, el grupo editorial Sial-Pigmalión.

Asistí al Encuentro Internacional de Colombianistas Siglo XXI, desarrollado en Ibagué por Pijao Editores. En él se llevó a cabo una mesa redonda sobre “La solterona”, mi primera novela publicada, a la cual no pude asistir por razones médicas.

Alba me celebró los cincuenta años de publicación de “La solterona” con un conversatorio en la Biblioteca Darío Echandía. También hizo una pequeña edición conmemorativa, 30 ejemplares, para mi familia y amigos más cercanos (la literatura puede ser un “souvenir”). Lo curioso es que para muchos esa novela es la única referencia que tienen de mi trabajo literario, aunque no la hayan leído. Bastante triste esa visión.

Mostré en las redes algunos textos nuevos que, al mirarlos desde este recuento sucinto veo que pueden conformar un pequeño volumen de anécdotas curiosas. Podrían engrosar mi ya conocido libro “Cantata en yo mayor”, que pasaría a ser concierto.

Fui jurado del Concurso internacional de cuento “Ciudad de Pupiales”, Fundación Gabriel García Márquez, 2019. Y en el campo de la pintura participé en las exposiciones Pintores laboyanos (con la que se inauguró el “Museo de Arqueología y Artes de Pitalito”), y “Exposición fin de año Corcultura, galería Viva el Arte, Ibagué, diciembre 2019.

Y pare de contar. Balance pobre y minúsculo. La tregua que me ha dado el recuerdo ha sido mínima. Conclusión: aunque poco quede escrito en el libro de mi vida, la esperanza sigue tan abierta como el cielo.

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