Cambiazos

Roberto Santofimio

Si bien es cierto que en el fútbol la permanencia de un entrenador al frente de un equipo, depende de que obtenga resultados favorables, en Colombia, esta condición se aplica al extremo, dado que los relevos son reiterativos y surgen con premura, sin contar que en ocasiones no salen de un cerrado círculo de profesionales, aunque ahora se ensaya abrirlo a nuevas caras.

Lo anterior impide que se desarrollen lo que suelen llamar “procesos”, siendo seguro que aquí no habrá un Ferguson, o alguien al que dejen trabajar por un periodo aceptable, dando expectativas a futuro.

Empezando 2019, solo 3 equipos mantenían a su guía: Patriotas que tiene a Corredor desde el inicio de 2017; Tolima que se resolvió nuevamente por Gamero en agosto de ese año y Caldas que llevó a Bodhert para emprender la campaña de 2018. Un par de escuadras habían definido su conductor en el desenlace de la previa: Envigado y Petrolera. Sin dejar de lado al cuarteto que decidió estrenar en enero: Millonarios, Pasto, Equidad y Cali. Con los que se completa la corta lista de 9, que hasta hoy persisten con el mismo hombre en el banco. Sin embargo, al revisar los 11 colectivos restantes, se observa que en los 7 meses, dieron trabajo a 30 Técnicos y es que aunque suene creíble que 5 ya sumen una pareja, otros 4 completan un trío y un par acumulan 4. El ranking de las volteretas lo encabezan Rionegro y Bucaramanga, porque el conjunto antioqueño que empezó bajo la batuta del “profe” Bernal, lo cambió por el paraguayo Almeida y como ninguno de los veteranos pudo, repatrió al “abuelo” Cruz, hasta que se habilitaba a Flabio Torres, quien arrancó en el elenco santandereano, donde fue licenciado, con encargo a su jugador de confianza, Giraldo, pero el nuevo fracaso arrimó a Serrano y para completar el año se armaron con Hernán Torres; pudiendo ver que en el entramado se da prelación a los de origen tolimense. En los de triple bandazo, el más equivocado es Santa Fe al que enviaron a la cola Sanguinetti y Bedoya, sin que Camps encuentre el rumbo; a diferencia del América que con “pecoso” estuvo bien hasta que se le pararon y al sucederlo Jersson, se mantuvo algo equilibrado, pero explora suerte con Guimarães. El caso de los tradicionales equipos “paisas”, ostenta alguna similitud, ya que Zambrano en Medellín y Autuori en Nacional, no se hicieron entender y lo de Calle y Restrepo era encargo evidente, por lo que Mendoza y Osorio, sí son verdaderas apuestas por sus historiales y sus costos. El grupo de los que han tenido 2 en el cargo, es encabezado por Jaguares, donde Bodner no funcionó y debieron intentar con Upegui; en el Huila se renovó al poco conocido Pérez, por uno con fama, que ha asistido a varios, el “chontico”; en Cúcuta el ensayo inicial de Méndez, no convenció y Garabello, se apoya en si escuela con Pékerman; casos raros son los de los equipos costeños, ya que el “sindicato” del Junior, no se acomodó al estilo de Suárez, pero sí al de Comesaña, conquistando el noveno título; a cambio en el Magdalena, no valió que el “paisano” Rivera, los retornara a la elite y para remplazarlo asomó Sarmiento, que al menos en el despegue, es mejor comentando en TV. Estas cifras no obstante están aún distantes del récord, porque Unicosta dispuso de 6 entrenadores en su año de despedida.

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