Primer significado: se sigue derrumbando el mito de que en la geografía colombiana hay lugares inexpugnables y fuera del alcance para nuestra Fuerza Pública. Ningún metro cuadrado del territorio patrio es inalcanzable. Para garantizar su control bastan voluntad, perseverancia y determinación. El plan de consolidación ha logrado penetrar la antaño inexpugnable Macarena, donde se dio de baja a ‘Jojoy’. Ahora, con la caída de Cano se demostró que el corredor del Sur del Tolima y el Cauca tampoco son imposibles y ha de seguirse trabajando como área de consolidación. Felicitaciones a la Fuerza Pública de Colombia que sigue haciendo aportes a la paz de los colombianos.

Segundo significado: no es el final de la FARC. El golpe es duro, sin lugar a dudas, certero, plausible. Pero las FARC son un cartel del narcotráfico y su desaparición definitiva pasa por un cambio en la estrategia global de la lucha contra el narcotráfico. Fue dado de baja un capo, con dos o tres libros de más leídos con respecto a sus compañeros de pillerías, pero las mafias se reorganizan mientras sigan los réditos de sus negocios ilegales.  

Tercer significado: se confirma la tesis que he venido compartiendo de tiempo atrás. La paz no se negocia con los violentos. La paz se emprende con las víctimas de la violencia y de la exclusión social. Se hace más por la paz de Colombia con el desar­rollo institucional de la ley de víctimas y restitución de tierras; colocando los recursos de regalías en circuitos transparentes de inversión social; trabajando  en los propósitos de la estrategia UNIDOS, de lucha contra la pobreza extrema; promoviendo instrumentos para premiar la productividad del trabajo y la formalización de este factor de producción, sobre todo en el sector rural; evitando las prácticas especulativas de los recursos financieros; garantizando el uso productivo y sostenible de la tierra y del agua; luchando frontalmente contra la corrupción y profundizando las herramientas para consolidar la descentralización territorial que cayendo en la quimera de intentar diálogos inútiles con grupos que, a cambio de ideales políticos, agencian rutas de narcotráfico. Esto último también vale con los paramilitares y las bacrim.

Cuarto significado: se impone a Colombia la adopción de una generosa e integral estrategia de desmovilización, con énfasis en jóvenes y mujeres. Sin duda la muerte de ‘Cano’ detonará la codicia de sus sucesores en la estructura de mando de esa banda de narcotráfico y también pondrá a muchos jóvenes y mujeres que se han visto obligados por falta de oportunidades y por coacción del grupo terrorista a participar en sus filas, en la seria consideración de desmovilizarse y buscar una nueva oportunidad dentro de la sociedad colombiana. Mientras estén exentos de delitos de lesa humanidad, esos jóvenes y mujeres hoy en la guerrilla que quieran desmovilizarse, merecen contar con la generosa y real acogida del Estado colombiano y de la sociedad civil, en particular los estamentos de educación y empresarios, para promover oportunidades de formación y de trabajo.