Competitividad Social del Arroz (I)

Alfredo Sarmiento Narváez

Mi amigo, paisano y contertulio Silverio Gómez en su calidad de director y líder gremial de Induarroz, publicó un conjunto de recomendaciones que, desde su particular y subjetiva perspectiva, propenden por recuperar y potenciar la competitividad de la cadena arrocera en Colombia.

Cuando yo califico de subjetiva la perspectiva de Silverio, debo decir que reconozco su legítimo derecho como persona y vocero gremial a dicha subjetividad. También es subjetiva y legítima mi aproximación al tema en esta columna, en la que haré algunos comentarios a las propuestas del líder gremial tolimense.

Mi interés: propender por la competitividad social de la cadena del arroz en todos sus eslabones.

Mi subjetividad: reconozco y valoro los esfuerzos institucionales que ha hecho Fedearroz, el gremio de los productores arroceros.

Mi invitación: reconocer que la cadena productiva del arroz no tiene viabilidad económica, social y política, sino se reconocen como legítimos y respetables los intereses de quienes representan como productores el primer eslabón de una cadena de la que dependen 500 mil familias que hacen sus mejores esfuerzos empresariales y laborales por ejercer una actividad socialmente competente en territorios rurales de 210 municipios estratégicos para consolidar la paz en Colombia.

Las propuestas a los que se refiere el vocero gremial de Induarroz, son causas que, en su mayoría, ha promovido desde hace más de una década Fedearroz en distintos escenarios gremiales y de concertación de políticas públicas para el sector como es el Consejo Nacional del Arroz.

Como tal, las propuestas de Silverio no representan novedad alguna, lo que sí resulta novedoso, y esto hay que hacerlo notar, es que por primera vez, un vocero del gremio de industriales del arroz, coincide temáticamente con planteamientos que, de tiempo atrás, vienen siendo puestos sobre la mesa por parte de los productores primarios de esa cadena productiva a través de su voz gremial legítima y reconocida que es Fedearroz.

Haría bien Silverio en dar crédito a ese gremio y su trabajo histórico con las banderas que él mismo hoy busca amplificar ante la opinión pública desde la tribuna gremial de los industriales.

Silverio debe tener conocimiento y en alta consideración el programa de Adopción Masiva de Tecnología Amtec, almendra de los esfuerzos de competitividad agronómica que adelanta Fedearroz y que ha sido objeto de aplauso nacional e internacional.

Por qué no hacer público reconocimiento a ese importante logro de Fedearroz apreciado Silverio? Esos gestos contribuyen a crear el capital de confianza entre los diversos eslabones de la cadena (Continuará).

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