Tolima: Más empresarios, más empresas y más emprendimiento

Alfredo Sarmiento Narváez

Consolidar y cualificar en los diferentes niveles territoriales municipales del Tolima una democracia productiva, justa, incluyente, sostenible, autónoma, legal e institucional, pasa por reconocer la relevancia de tener a los empresarios, a los emprendedores y a las empresas, como protagonistas de primera línea para avanzar en la solución de grandes retos que enfrenta nuestro hábitat tolimense.

Hablar de formalización de empleo y empresarial, innovación y desarrollo, diálogo universidad-empresa-estado, pertinencia y articulación educativa, creación de cadenas de valor, bienestar social de los trabajadores, formación de valores cívicos, inclusión de diversos grupos poblacionales, cultura tributaria, fortalecimiento de la sociedad civil, seguridad ciudadana, alianzas pública-privado, así como hablar del turismo como el nuevo petróleo de la economía, productividad y sostenibilidad ambiental, economía naranja, articulación de sectores primario-industrial-servicios, formas alternativas y pacíficas de resolución de conflictos y de responsabilidad social, pasa por reconocer y potenciar el tejido empresarial y gremial del departamento.

Un empresario, una empresa y un emprendimiento son sujetos sociales comprometidos al mismo tiempo con la generación de riqueza económica real (donde el capital no especula, la tierra no engorda, el trabajo no se rutiniza, el conocimiento no se anquilosa y donde la creatividad no se coarta), con la consolidación del capital social, con la sostenibilidad ambiental y con la profundización de los valores democráticos por vía de ser sujetos activos en la concepción y estrategias para generar mayor inclusión, equidad y cultura participativa al interior de sus respectivas organizaciones.

Un empresario, una empresa o un emprendimiento no es una práctica de cacería codiciosa legal o ilegal de rentas privadas, públicas y sociales, y si es, por el contrario, un generador y fuente de valor tanto en las cadenas productivas y como en la trama social donde se construyen virtudes, actitudes y hábitos sociales.

Menester es por un lado diezmar el avance de cazadores legales o ilegales de rentas públicas, privadas y sociales, como por el otro, promover y apoyar a reales empresarios de lo privado, de lo público y de lo social, para que ejerzan su derecho a solidarizarse en la gestión del bien común y llevar a la comunidad tolimense por senderos de bienestar integral.

El Tolima adelanta por estos días procesos conducentes a renovar cuadros de su dirigencia pública por la vía de elección de alcaldes, gobernador y corporaciones e igualmente, varios de sus gremios surten trámites para elegir sus direcciones ejecutivas tales como Fenalco, la Cámara de Comercio de Ibagué; recientemente se ha nombrado a nuevo rector en la Universidad de Ibagué; en la Universidad del Tolima y universidades que hacen presencia en el departamento quieren seguir participando en la región; vale la pena aprovechar todas estas dinámicas e ir creando un ambiente que incube una estrategia de competitividad económica y social para el Tolima, con visión global y capacidad de gestión local, donde la inteligencia de varios sectores sociales multiplique por 10 veces, o hasta por 20 veces, las inteligencias individuales que en nuestra región se dan silvestres y hacer que valores como la probidad, la transparencia y la empatía personal y social, marquen nueva agenda de acción conjunta en favor de la región donde más empresarios, emprendedores y empresas sean agentes de cambio y de liderazgo integral.

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