¿Para qué sirve la Otán?

Los jefes de Estado y de gobierno de la Otán abordaron esta semana el futuro de Afganistán a partir de 2015, la intervención rusa en Ucrania y los avances del yihadismo en Irak.

La crisis de Ucrania y la agresión rusa a los territorios del Oriente de ese país centró buena parte de las discusiones, en las que participó como invitado su presidente, Petró Poroshenko, que también se reunió con los líderes de Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania e Italia. Los 28 Estados aliados tratan de dar un giro a la organización para que vuelva a plantarse ante Rusia, el bloque contra el cual se constituyó en 1949.

“Rusia no ha dado un solo paso para hacer la paz posible, solo ha contribuido a profundizar el conflicto, dijo el secretario General de la Otán, Anders Fogh Rasmussen, durante una conferencia de prensa conjunta con Poroshenko.

La Otán, añadió, “condena con firmeza” las repetidas violaciones de Rusia de la ley internacional” y pidió de nuevo al presidente ruso, Vladimir Putin, “retirar a sus miles de tropas desplegadas en las regiones fronterizas, dejar de apoyar a los separatistas y revertir su ilegal e ilegítima autoproclamación de anexión de Crimea”. Los aliados aprobarán un plan de respuesta rápida ante la amenaza rusa que incluye la creación de una fuerza de despliegue inmediato de unos 4.000 soldados que puedan desplazarse a la zona amenazada en unas 48 horas. En la misma área Rusia tiene desplegados cerca de 35.000 hombres y más de 120 tanques.

“El otro conflicto que acaparó la cumbre de la Otán es el rápido deterioro de la situación en Irak, donde la organización terrorista Estado Islámico (EI) ha aumentado la violencia. El Presidente que llegó al poder basando parte de su prestigio al haberse opuesto a la guerra en Iraq 11 años atrás, y que se puede jactar de haber cumplido su promesa electoral de retirar las tropas estadunidenses de ese país, ahora la atacará, convirtiéndose así en el cuarto inquilino de la Casa Blanca que de forma consecutiva ordena operaciones militares en esa nación árabe. Toda una paradoja. Atacará Estados Unidos y tal vez los ingleses, pero no la Otán.

Respecto a Afganistán, el tercer tema de agenda, Rasmussen señaló que tras una presencia de más de una década en ese país, la misión de asistencia internacional de la Otán allí llega a su fin al término de este año, y subrayó que así las relaciones entre ambos “entran en un nuevo capítulo”.

Advirtió, sin embargo, que sin la firma del acuerdo bilateral de seguridad entre Kabul y Washington, aún pendiente, y que marcará las condiciones para la presencia militar en el país centroasiático tras el fin de la misión multinacional de la Otán, no habrá continuación de esa misión, con lo cual la declaración y la acción de la Otán es semejante a los saludos a la bandera.

Credito
ROBERT SHAVES FORD D.

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