Mañana es un buen día para morir

Robert Shaves Ford

“Hoy es un buen día para morir” decía el Jefe Indio a Dustin Hoffman en El Pequeño Gran Hombre. Después se dirigía al cementerio y se tumbaba para esperar la muerte. Pero lo que llegaba era un aguacero que lo hacía regresar a su tienda. Se lamentaba: “A veces la magia funciona y a veces no”. Al igual que este jefe indio están millones de chinos esperando que la Bolsa de China reaccione: la magia no está funcionado y el comercio mundial se contrajo en 2015 un 3.4%, pero los chinos desean que regresen los beneficios bursátiles del 150% de los últimos seis meses, pero a veces la magia funciona y a veces no… La autoridad monetaria china trató de contener la estampida e inyectó un billón de dólares al sistema financiero para evitar el colapso total y afectar la economía global. Una burbuja especulativa con conexiones en las viviendas y en los bancos acaba de reventar. Y es que en la subida y también en la bajada posterior de la Bolsa china han jugado un papel destacado los pequeños inversores que han utilizado para ello no sólo sus ahorros, sino también un procedimiento que ya causó efectos letales en el crac de 1929, las compras a crédito, algo que se parece mucho a la compra de una vivienda mediante un préstamo hipotecario, sólo que en este caso la garantía no es una vivienda sino las acciones que se compran con ese crédito. Cuando en el mercado de la vivienda, la caída de precios hace que las acciones valgan menos que el préstamo, las sociedades de valores y los bancos exigen al cliente un depósito adicional de fondos y si el cliente no cumple con el requisito proceden a vender las acciones. Si la caída de precios ha sido muy fuerte, el cliente puede quedarse sin acciones, sin depósito y con una deuda, con la sociedad de valores.

Pero la economía mundial está en una pavorosa encrucijada. La deuda Pública y Privada de China es hoy de 28 billones o sea el 282% de su PBI. La caída de precios de las materia primas proviene de esta desaceleración y del enorme endeudamiento. Durante años China creció al 10%. Para 2015 se estimó un crecimiento del 7% el cual ha sido corregido a un modesto 5%. Todos los “llamados commodity” bajarán aun más de precio, el petróleo, la soja, el café y todos los cereales. El gran comprador está herido…

Puestas las cosas así, parece concluyente que un destino negro se aproxima y que habría que empezar a preguntarse (en términos figurados, y económicos, claro) si hoy es un buen día para morir. Quizá para que, como en Pequeño Gran Hombre, el augurio termine tan solo en un aguacero.

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