España, bienvenida a Italia

Robert Shaves Ford

La derrota del Partido Popular pasará a los anales de la historia de la democracia española. Nunca un partido pasó de dominar la escena política española en términos nacionales autonómicos y municipales a perder su poder en los tres ámbitos tras ejercerlo durante una única legislatura. El batacazo es de tal envergadura que no admite consideraciones del tipo «ha sido el partido más votado» o «el PP ha ganado estas elecciones». Ciertamente, los populares han obtenido más votos que su inmediato seguidor que, para fortuna de su líder, ha sido el partido (PSOE), que solo consiguió 90 escaños. Pero eso no es capaz de disimular la dimensión de la derrota de un equipo de gobierno que ha conseguido empezar a sacar a España de la crisis pero no ha podido superar el golpe mortal que le ha asestado una corrupción insertada en los pliegues más íntimos de su estructura.

Ni aunque los sin empleo disminuyan, ni aunque se continúe creando empleo, ni aunque Rajoy haya conseguido que España no pidiera el rescate, ni siquiera aunque el país sea el que más crece dentro de los grandes de la Unión Europea. “Con usted no queremos seguir”. Es un mensaje brutal en su nitidez que impide al PP soñar siquiera en cerrar cualquier tipo de pacto que le permitiera conseguir la mayoría absoluta para formar gobierno. Porque sucede que, con los datos en la mano, la suma de Ciudadanos (43 escaños) y el Partido Popular (120 escaños) no llega ni de lejos a los 176 escaños que es la mayoría absoluta. Por lo tanto, Mariano Rajoy tiene muy, pero que muy difícil aspirar a seguir en el palacio de La Moncloa. España será en los proximos meses una Italia, donde cada tres meses cae un gobierno y se llama a nuevas elecciones.

La gran revelación de las elecciones, el despegue fulgurante del partido de Pablo Iglesias y las diferentes marcas con que se ha presentado.

Veamos ahora las posibles combinaciones para la formación del Gobierno. Suponiendo que Ciudadanos aceptara sumar su fuerza a la del PP para intentar parar a la otra opción que se perfila en el horizonte, un pacto entre estos dos partidos daría un total de 163 escaños. Del otro lado, un Partido Socialista que ha sufrido una evidente derrota y sigue imparable su camino descendente puede muy bien intentar buscar refugio en los brazos de Podemos. Los escaños sumados de PSOE, Podemos, En Comú-Podem, Compromís-Podemos-Es el Moment y En Marea suman 160.

Pero si a eso le sumamos una posible alianza con una Izquierda Unida, que pierde nada menos que nueve escaños pero aún conserva unos humildes dos, tenemos otros 162 diputados. No alcanzan tampoco la mayoría absoluta pero, si piden el respaldo de los nacionalistas, estarían en disposición de impedir una hipotética investidura de un Mariano Rajoy que no olvidemos que, desde hace mucho tiempo, era su objetivo a batir. ¿Será que el PSOE y el PP se junten? Para la izquierda es una heregía, para el PP es la salvación, de cualquier forma España se volvió Italia.

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