Unos que vienen y otros que se van…

Robert Shaves Ford

El viaje imposible de José Luis Rodríguez Zapatero a la Venezuela revolucionaria de Nicolás Maduro terminó este jueves, tras reunirse con dirigentes opositores después de haberlo hecho con el primer mandatario en la noche del miércoles. Luego, llegó el relevo desde la derecha. El líder de Ciudadanos Albert Rivera desembarcó .

El objetivo, cuatro días después, sigue siendo el mismo: “Poner en marcha el proceso de diálogo nacional en Venezuela”. Los españoles ha vuelto a toparse con la realidad de un país donde “la tarea es ingente, no vamos a descansar hasta que este proceso arranque”. El político socialista y el de la derecha agradecieron la “voluntad, respeto y confianza” de ambas partes; primero con el “hijo de Chávez” y con la canciller Delcy Rodríguez, (siempre muy “dulce”) y más tarde con una comisión de la Unidad Democrática, encabezada por Henry Ramos Allup, presidente de la Asamblea, y por el gobernador Henrique Capriles.

Las posiciones no pueden estar más alejadas: la Unidad Democrática exige el referéndum revocatorio que marca la Constitución y Maduro va a hacer todo lo posible para no medirse en las urnas. El penúltimo obstáculo revolucionario es la transcripción de los datos de las firmas, que podría restar 800 mil rúbricas en esta etapa, además de seguir retrasando el proceso. De acuerdo con las normas que regulan los referendos revocatorios, esta etapa solo dura cinco días, por lo que debió culminar…” algún día”. Sin embargo, el Consejo Nacional Electoral la extenderá hasta el 31 de mayo.( del año 2017)

Otro golpe a la mediación internacional es la cancelación del viaje del canciller vaticano, Paul Richard Gallagher, “por motivos que no dependen de la Santa Sede” denunció Henry Ramos Allup, presidente de la Asamblea.

La visita del canciller había suscitado esperanza entre la oposición, sabedora de que en ocasiones precedentes los buenos oficios del secretario de Estado, Pietro Parolin, y del nuncio en Caracas, Aldo Giordano, destrabaron distintos bloqueos oficialistas.

Por supuesto, si el chavismo le permite ingresar al país, a un mediador del Vaticano tras las amenazas vertidas por Diosdado Cabello, líder militar de la revolución, quien le acusó de venir a conspirar a Caracas. “Lo dejamos entrar aquí en Venezuela, porque él viene a reunirse con la oposición. Tenemos que ponernos ahí en la policía migratoria y ¡fuera de aquí! ¡Expulsado de Venezuela! No se puede permitir que venga un irresponsable a conspirar”, clamó el expresidente de la Asamblea durante su programa de televisión “Con el mazo dando”.

Quince ONG locales han exigido que se anule el decreto porque “rompe el orden constitucional y coloca en situación de riesgo y vulnerabilidad a los venezolanos”. El Foro.

Entre viajes imposibles y protestas callejeras, el chavismo ha agitado la bandera de la conspiración, siguiendo un guión muy revolucionario pero con escaso éxito. “Maduro está loco como una cabra”, respondió el expresidente uruguayo José Mujica tras escuchar cómo el líder bolivariano acusaba a antiguo canciller, Luis Almagro, de ser un agente de la CIA.

Pero “la cabra” vio venir una invasión:-segunda parte del guion y ordenó en medio del hambre, exhibir su músculo militar.

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