El nuevo Nerón

Robert Shaves Ford

Es un Nerón con el pelo amarillo, que nunca tuvo a su lado un Séneca, vive en un rascacielos, odia a Europa y desprecia a México. Cree que la UE nació para derrotar a los Estados Unidos, que América Latina es una puta ganga y que nunca podrá pagar la deuda. Posiblemente tenga razón.

La prima de riesgo se ha disparado desde que ganó las elecciones y él no tiene la culpa del endeudamiento tanto de Europa del Sur como de América Latina. El pueblo americano lo ha elegido y la “voz del pueblo es la voz de Dios”. Con su presidencia, según los expertos, se acabará el bastión estadounidense, que gasta en Defensa más que todos los países de la Otan y Japón juntos.

Europa vive cómodamente tumbada en la hamaca del balneario, confiada en que los yanquis siempre van a llegar a defenderla. Pero se acabó el estandarte con el “SPQR”, el Senado y el pueblo romano, el Capitolio y los marines americanos, con tantas cruces de soldados desconocidos en las playas. Y se acabó el cuento de Europa, con tantos quesos, tantos vinos, tantos castillos, la metáfora de Grecia, un viento espiritual de bates errantes y ciegos. Europa tendrá que pagarse su propio ejército y defender sus fronteras amenazadas por el monoteísmo de los nuevos bárbaros.

Además del declive de la prensa escrita, el disparate de las redes sociales, los estafadores de las encuestas que han equivocado al mundo, lo más grave del triunfo de los conservadores populistas es que las cintas de las gorras de los marines digan adiós a Europa. El que quiera defensa, que se la pague dijo Trump, ¿qué hacer?

“¿Cómo va a improvisar Europa una política de Defensa si tiene un agujero de 728 mil millones de euros y el presupuesto no llega ni para la paga o el rancho de los soldados?”, la pregunta a un experto en asuntos militares: “Sin las bases militares de Rota-Morón es muy difícil la implantación de la estrategia de seguridad americana en el Golfo y en Asia”, contestó. Explicó que en el centro de Europa no hay cielos abiertos, hay embotellamiento aéreo. Hace unos años la gente pedía el cierre de las bases militares en América Latina y en Europa. Ahora parece que habrá que volver a las calles . ¡Que se queden las bases! Que las mareas y las marchas de la dignidad vayan a Morón, no al Vaticano.

Hay un desconcierto y una incertidumbre que nadie se atreve a analizar. Han dado papeletas para votar y están eligiendo en Europa y América a histriones, charlatanes, payasos, tramposos, mentirosos y demagogos. En el profundo sur gringo ha resucitado el Ku Klux Klan y el trust de la coliflor. Siguiendo con el discursos de Brecht, la derrota del pensamiento demuestra que son pocos los que luchan contra la infamia. “Quizás Estados Unidos -ha escrito Paul Krugman- no sea especial, sólo otra correpública, pero que va camino de convertirse en un país corrupto dirigido por tiranos”.

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