La guerra de las dos coreas…

Robert Shaves Ford

Si usted piensa que algún día va a poder ver una guerra en Corea como un espectáculo de ciencia-ficción al estilo de Irak en 2003 en su teléfono móvil Samsung o LG, mientras conduce su Hyundai o su Kia, piense que ésas son marcas surcoreanas. Y, si hay una guerra en Corea, esas empresas se verán afectadas.

Si usted tiene un iPhone, no se relaje, porque, aunque no sea estadounidense, muchos de sus componentes son surcoreanos, y los teléfonos se ensamblan en China, un país que se vería afectado indirectamente por el conflicto. Lo mismo hasta si conduce un Renault. Esa compañía tiene un 43,4% de Nissan, y la empresa nipona, un 15% de la francesa. Y en una guerra entre las dos Coreas, es posible que Japón también recibiera su cuota de misiles.

Un conflicto entre EE.UU., entre Corea del Sur por un lado y su oponente del norte, es imposible de evaluar. Participarían dos potencias nucleares, la primera y la undécima mayores economías del mundo -el PIB surcoreano es tan grande como el ruso- y tocaría, directa o indirectamente, a la segunda y la tercera mayores economías mundiales: China y Japón.

Corea del Norte tiene alrededor de 10 mil cañones, y más del 50% de ellos está en la frontera, apuntando al Sur, y más concretamente a Seúl, una megalópolis de 10 millones de habitantes. Esa artillería “tiene la capacidad de infligir un daño sustancial en Seúl, y también en los 28 mil soldados estadounidenses que están acantonados en esa ciudad.

Desde el punto de vista estratégico, ese bombardeo salvaje no serviría de mucho, aunque fuera acompañado de ataques de comandos que, también usaran armas de destrucción masiva. Corea del Norte no podría sostener la iniciativa más allá de cuatro días máximo. Algunos creen que el peligro está siendo exagerado. EE.UU. lleva años empleando helicópteros indetectables al radar en Corea del Norte, de modo que tiene mejor conocimiento de lo que se piensa del país. La cuestión es si los misiles llegarían a sus blancos, o si se desintegrarían en vuelo, o si serían destruidos por los sistemas antimisiles de EEUU. Y hay otra pregunta, más preocupante: ¿qué tipo de armas llevarían? ¿Convencionales, químicas, biológicas o nucleares? Esa posibilidad hace que una guerra en Corea sea improbable, pero es también la causa de que el conflicto se agrave a medida que pasa el tiempo. Ahora bien, supongamos que la guerra sigue. Corea del Norte ha destruido parte del Sur, ha atacado Japón y, tal vez, Guam, y China le ha cortado todo el apoyo. Su artillería ha sido destruida. Y la contraofensiva comienza, con EE.UU. y Corea del Sur avanzando sobre el país, con el apoyo logístico de Japón.

Entretanto, al menos 200 mil militares norcoreanos estarían preparando una guerra de guerrillas, aunque lo más probable es que para entonces China interviniera bajo el pretexto de una operación humanitaria y creara una zona neutral para evitar que EE.UU. y Corea del Sur se plantaran en su frontera. La guerra, así, habría terminado con otra tregua.

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