Me hice la pregunta: ¿Qué va a pasar en Venezuela? La pregunta, cuando solo falta unos días para que se impongan los comicios amañados que elegirán a los delegados de una Constituyente con plenos poderes intento aportar algo de luz a un futuro desconocido usando una metodología de construcción de escenarios, ya usada en conflictos internacionales. Para ello me he apoyado en el intercambio de ideas y análisis basados en prospectiva. No a Maduro desmontando la Constituyente porque en eso le va la vida, solo puede mantenerse con ella.
Eso nos sitúa en un escenario de conflicto ampliado, con violencia e intervención del Estado, ya no solo frente a partidos opositores, sino también contra universidades, ONG y medios, incluso contra comunidades populares que protesten.
Cuatro escenarios, bautizados con el nombre de cada país donde el desenlace fue parecido al que atisban ahora para la nación sudamericana:
1. Cuba
Cierre autocrático, fin de la república y totalitarismo total. La culminación de 18 años del fenómeno llamado Cubazuela: dos realidades dispares al principio desembocando en el mismo final. Es llamativo observar cómo en los últimos días factores internacionales se acercan a Raul Castro tratando de inhibir su activismo. Parecen no entenderse que Cuba está detrás de buena parte del giro Constituyente.
2. Chile
Elección y derrota sorpresiva del eje revolucionario, gracias a la fractura en el seno del chavismo. Se acepta la transición sin violencia y se produce el regreso a la democracia.
3. Egipto
Falla la transición, colapsa el Gobierno y los militares imponen una nueva autocracia.
4 Polonia
La revolución se impone por arriba, afianzada en la represión, pero sobrevive una resistencia social. Las espadas siguen en lo alto, incluso se atisba otra derivada, denominada de “equilibrio inestable”. En ella, el oficialismo se mantiene en el poder, pero con cierta debilidad, con mucha represión, pero sin desmovilizar a la oposición. Parte de ella se alía con militares disidentes y pasan a la lucha armada.
Cuatro escenarios acompañados de tantas turbulencias que pueden provocar que las características de unos se incorporan a las de los otros, tras otra semana clave para las protestas.
Unos y otros saben que de imponerse la constituyente de Maduro se producirá una decisiva concentración de poder, sin precedentes incluso en la época de la hegemonía indiscutida de Chávez. Su identidad, como la de todos los que han participado en los análisis, se mantiene en el anonimato por seguridad.
La "victoria madurista" en el trámite del 30-J representa a la vez una oportunidad y un peligro: "oportunidad de destruir cualquier institución o núcleo de poder alterno al de la camarilla gobernante, pero peligro para quienes no sean estrictamente leales al núcleo, cada vez más pequeño, de decisores".
Creo que hay 45% de posibilidades de que "el Gobierno logre preservar el poder, aunque el país siga por el barranco"y un 40% de que se alcance un gobierno de transición después de un tortuoso calvario que vaya sumando la masificación de la protesta, la fractura del chavismo, la ingobernabilidad, la presión de militares para recuperar la estabilidad y, por fin, negociaciones de verdad.
Y, finalmente, un 15% de posibilidades de que se dé un golpe de Estado, "sin negociación ni contemplación", la cereza a la "torta del primitivismo ".
Cruzando los mapas, creo en un modelo Cubano-Polaco.
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