La reelección de Putin…

Robert Shaves Ford

En marzo de 2018 la Federación Rusa tendrá previsiblemente su elección de Presidente de Rusia. El actual presidente Vladimir Putin, es sumamente popular. Por esto ha anunciado que será nuevamente candidato a la primera magistratura. Lo cierto es que hoy luce invencible y que pareciera tener la carrera que se avecina ganada de antemano.

Por esto los principales analistas se están concentrando no ya en 2018, sino en que pudiera ocurrir en el período presidencial siguiente: aquel que recién comenzaría en 2024. Parece insólito, pero es efectivamente así. Ocurre que Vladimir Putin no podría aspirar a obtener un tercer período presidencial consecutivo. Porque la actual Constitución rusa se lo prohíbe expresamente.

Hoy Putin tiene 65 años y goza de una salud absolutamente privilegiada, de la que, además, hace gala. Sin embargo, al fin de su tercer mandato consecutivo tendría 71 años, edad en la que hoy mucha gente sigue en plenitud. Por esto no hay que descartar que, cuando llegue el momento, Vladimir Putin intente (como tantos) cambiar las reglas que hoy cierran su camino, a su favor naturalmente. De modo de eliminar los obstáculos que pudieran impedirle seguir en su larga carrera política.Las intrigas cortesanas y hasta los codazos abiertos pueden caracterizar al ambiente político ruso en los próximos seis años.. Con ganadores y perdedores, naturalmente. Y habrá que tratar de escudriñar a quienes avancen y a quienes, en cambio, por las razones que fueren, queden en el camino.

Como ya sucediera en Rusia en 1996, enseguida después de que el entonces presidente Boris Yeltsin obtuviera electoralmente su último mandato con la seguridad de que -como también sucede ahora- legalmente ya no podía aspirar a obtener uno más. Tras el, precisamente, llegó Vladimir Putin al poder ruso.

Algunos de esos episodios parecen haber comenzado. Con ruidos sordos. Por ejemplo, en torno al cierre de una joven universidad, dedicada a la investigación. Me refiero a los episodios sucedidos respecto de la Universidad Europea de San Petersburgo, que pareciera concentrar el odio y los rencores de algunos grupos nacionalistas. Aparentemente, Vladimir Putin -que en 2012 ampliara el término del mandato presidencial ruso de cuatro a seis años- estaría decidido a dejar el poder en manos de quien le garantizara un mínimo de confianza. No sólo respecto del futuro de Rusia. También con relación al suyo propio. Algo que, por cierto, no es fácil de implementar.

Vladimir Putin sabe que ya es una figura histórica en su país, al que logró sacar de la desordenada decadencia en la que había entrado luego de la caída del Muro de Berlín. Por esto, el ex agente de inteligencia podría tratar de reservar -para sí y para su círculo inmediato- algún importante rincón de poder, especialmente en materia de seguridad. De modo de no aparecer nunca como un mero “pato rengo”. Ello seguramente beneficiaría a toda la elite del poder.

El último ciclo de la larga era de Vladimir Putin comenzará pronto. A comienzos del año próximo. Concretamente, después de su esperada reelección presidencial, que podría ser la última. ¿O no?

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