Se rumorea…

Sinforoso

Apreciado Guillermo Alfonso. Te escribo para felicitarte por tan merecido triunfo, mi entrañable amigo. Las lenguas viperinas que dicen que ganaste las elecciones gracias al voto castigo, no reconocen las virtudes de tu larga e impecable trayectoria, amado Guillermo de mis cuitas, benemérito camarada.

Yo sé, de buena fe, mi compañero del alma, que eres un portento, un galeno respetable, casi un genio. Me atrevo a afirmar que Manuel Elkin Patarroyo es un mico amazónico al lado tuyo, pero me expongo a que los injuriosos periodistas de El Nuevo Día, me calumnien por usar la palabra “mico”. Mínimo dirán que estoy refiriéndome al POT, o que ando de lambón contigo, no sé con qué propósito, y tú sabes de sobra que nada más lejano, mi predilecto amigo, que digo, mi dilecto Alfonsito.

Los calumniadores del pasquín ese que llaman “periódico de los tolimenses”, han querido afirmar que yo le estaba haciendo campaña a Toledo. Nada más falso. Tu sabes que un espaldarazo de mi parte le hubiera sacado los pulmones, impidiéndole presentarse con dignidad en los debates políticos.

Nunca existió tal apoyo. Debo confesarte que incluso, te estaba apoyando por debajo de cuerda, mi eterno camarita. Siempre estuve contigo. La mal llamada debacle del acueducto complementario y los Juegos Nacionales, de los cuales deberíamos sentirnos orgullosos, fueron una estrategia de campaña para favorecerte, y sabe Dios el enorme costo político que he pagado, pero todo sea por verte entrar a esta alcaldía, mi muy apreciado contertulio.

Por favor, no hagas caso de las habladurías de los maquiavélicos periodistas de El Nuevo Día. Afirmar que yo tengo una casa en Las Victorias es un despropósito y una afrenta hacia un hombre que, como yo, se ha esforzado tanto en estos años para alejarse de todo lo que huela a victoria.

Yo vivo en un humilde conjunto. Incluso quiero pedirte una colaboración, nada importante, una nimiedad. Ayúdame a quitar unos tubos de cemento charrísimos que afean la urbanización donde habito. Quise quitarlos, y hasta contraté unos estudios previos para el traslado de los tubos, carísimos los estudios, pero no encontramos ninguna empresa española disponible y ahí me los dejaron. Ayúdame tú, amiguis del alma, porque hasta hablé con la dirección de Espacio Público, aprovechando que iban a quitar unas simpáticas banderitas que pusimos por la quinta para festejar, con la austeridad que me caracteriza, el onomástico de esta, tu ciudad, que tanto te quiere, pero no fue posible. Ayúdame Memo de mis pasiones; si mis funcionarios no me hicieron caso en estos cuatro años, imagínate lo que va a pasar en los meses que restan de mi ejemplar gobierno.

Gentuza que desea enemistarnos dicen que piensas incluir en el equipo de empalme, a los de la Fiscalía de Bogotá. No te estreses mi Guille. Para qué vas a molestar al Fiscal Montealegre que anda muy ocupado persiguiendo a Uribe. Yo te ayudo con el tema Memito. Mira que lo del empalme es sumamente sencillo. Si se trata de revisar los progresos de mi gobierno, requieres solamente una humilde secretaria. Incluso le podemos pedir a Félix Ramón que nos mande una pasante del Sena. Te aseguro que será suficiente. Ya tengo una hojita donde hicimos una lista con los logros de mi gestión. Me la redactó Carlitos Pardo, tú sabes que él es bueno para la literatura. Los dos renglones le quedaron divinos. Me dieron ganas hasta de felicitarme.

Aprovecho la ocasión para invitarte a la inauguración de los Juegos Nacionales. He preparado una fiesta privada en tu honor, mi aliado y compañero. La está organizando Agustín, un colega tuyo, que también es médico y, aparentemente, también es de izquierda, aunque ya no estamos muy seguros. Él ha estado ocupadito haciéndome unos cataplasmas para mí y para Amparito, pues quedamos algo chamuscados en una visita que hicimos a los escenarios deportivos, que están quedando una maravilla (sobre todo la piscina de clavados). Tú sabes que él le jala a eso de la medicina alternativa y nos recomendó unas cremitas homeopáticas con protección solar factor 31.584, pero no fue suficiente, estamos más quemados que la moto del Renegado.

Para tu recepción hemos invitado como show de media noche, a Barberi, es un mago reputadísimo, que también te quiere mucho y tiene unos trucos buenísimos. Es capaz de hacer desaparecer una camada de conejos trillizos dentro del laberinto de una fábrica de concreto.

Te espero por allá, memo de mis amores. Tú incondicional y humilde servidor: Luchito.

Comentarios