Isis sin velo

Sinforoso

Sinforoso fue enviado por EL NUEVO DÍA a entrevistarse con el líder del grupo radical Isis, pasando por alto que su único contacto con la insurgencia fue en la clase de química, cuando escuchó hablar de los radicales libres. Este columnista, como la mayoría de occidentales, desarrolló una fobia por Oriente Medio, gracias al álgebra de Baldor, cosa paradójica, porque Baldor es cubano.

Al-Baghdadi inició su conversación diciendo: majito Sinforoso, estar al margen de la ley no significa estar lejos de lo justo. En tu país, la frase más estúpida y repetida después de “usted no sabe quién soy yo”, es: “usted no representa un peligro para la sociedad”. En agosto, un sicario liberado por un juez asesinó a una periodista. En nuestro Estado Islámico, el juez sería lapidado públicamente. Eso es “debido proceso”.

Sinforoso estuvo tentado a pasar su hoja de vida para trabajar con el grupo yidahista, pero se abstuvo por temor a la explotación laboral. Al-Baghdadi continuó:

Los derechos, majito lindo, son una colonización occidental de la mente. Ustedes son un ejemplo entusiasta de tolerancia: toleran la guerrilla, toleran los políticos, toleran los corruptos (excúsame la redundancia), toleran lo intolerable, incluidas las redes delincuenciales, los desfalcos de grandes empresas y un sistema financiero depredador. En Colombia ven normal que en un cajero electrónico les cobren hasta cuatro veces para retirar su propio dinero. En nuestro Estado Islámico, si la Superfinanciera no hiciera nada, habría que bombardearla, junto con los cajeros automáticos.

Sinforoso reconsideró pasar su hoja de vida, pero le preocupó todo lo referente a la carrera administrativa dentro del grupo Islámico, pues sólo promete rápidos ascensos al paraíso. Prefirió quedarse en Ibagué, donde un prestamista puede ascender a Secretario de Gobierno sin mayores requisitos.

El califa insistió: cuando la ley no hace lo justo, un ciudadano tiene la obligación moral de rebelarse. En tu país, toda una cancillería despliega esfuerzos para repatriar un narcotraficante desde China, “por motivos humanitarios”, mientras otros se pudren en cárceles extranjeras. A dos años de la quiebra de Interbolsa no hay presos, mientras que en menos de treinta días procesaron y extraditaron al líder de una pirámide como DMG. En tres días encontraron a los culpables del asesinato de un agente de la DEA, mientras que las demás víctimas de los paseos millonarios constituyen un control de la natalidad. ¿No hallas motivos para inmolarte, majito tolerante?

Para entonces, Sinforoso ya había iniciado un curso de árabe por correspondencia y saludaba: “salamaleikum, aleikumsalam”. Finalmente Al-Baghdadi concluyó:

Critican nuestro país por lo que sucede. El tuyo es una afrenta, precisamente porque nada sucede. De frente y en la cara de todos, acaban de liquidar a Saludcoop, pasando todos sus activos a una empresa del mismo dueño, incluidos los beneficiarios del régimen subsidiado. Tu Estado seguirá pagando a quien ha quebrado los hospitales públicos. Ni siquiera castigaron sus ingresos y no necesitan disimularlo, porque en tu país, son muy civilizados y tolerantes. Para qué hablar de las deudas de la entidad, si ustedes son un ejemplo de pacifismo. En nuestro primitivo y medieval Estado Islámico, habríamos desmembrado públicamente alos involucrados. Sabemos que es ilegal, pero… ¿es injusto?

EL NUEVO DÍA advierte que no se sabe nada de Sinforoso. Dicen que lo vieron comprando chalecos de segunda en San Victorino, mientras repetía: “Alá es Dios y Mahoma su profeta”. Se sospecha que piensa inmolarse frente a Saludcoop, o frente al Congreso, o en el Palacio de Justicia, o junto a la Alcaldía, en cuanto pueda distinguir la diferencia entre esas entidades: ¡Qué incivilizado!

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