¿Muerte? ¡qué pena! (I)

Sinforoso

Los servicios de inteligencia del Inpec, interceptaron una carta de “La Bestia” Garavito, dirigida a Fredy Valencia, “El Monstruo de Monserrate” y se le entregaron a Sinforoso, quien se mostró visiblemente sorprendido, pues no tenía la menor idea de que el Inpec tuviera servicios de inteligencia, máxime cuando la mayoría de las extorsiones de este país se hacen desde las cárceles, lo que significa que, quienes tienen realmente organizaciones inteligentes, son los presos. La carta en cuestión es algo extensa (Garavito tiene mucho tiempo libre), por lo tanto se publicará su contenido en dos entregas. He aquí la primera:

“Apreciado Fredy, recibe muchas bendiciones. Ese alias de “Monstruo de Monserrate”, me parece una infamia contra tu hermoso ser, tan sufrido, tan dolorido, por ende prefiero llamarte “Momo”. He escuchado las noticias sobre tu vertiginoso ascenso a la fama y, antes que nada, quiero reconfortarte y darte ánimo, recordándote que en Colombia, no hay pena de muerte. Ni siquiera hay cadena perpetua.

Verás, de todos los países babosos que conozco, Colombia es el campeón. Como nos fascina dar lecciones de buena moral al mundo entero, acá en la Constitución se afirma que la vida es sagrada y se enfatiza que no habrá pena de muerte. Eso nos ubica como un país de excelsa virtud, a diferencia de los más de 70 paisuchos faltos de integridad, que tienen pena capital, incluidas China y Estados Unidos. En el caso de China, los castigos capitales se aplican incluso en casos de fraude, corrupción, y aceptación de sobornos. Casi me dan ganas de pedir la doble nacionalidad para Luis H. y sus amigos.

En Colombia perdonamos los pecados de quienes nos ofenden, y somos tan probos, que resultan veniales las ejecuciones extrajudiciales, las violaciones de niños, los sicarios por 500 mil pesos, las vecinas que venden niños para traficar con sus órganos, los secuestradores, los que se roban el recurso de la salud ocasionando la muerte de miles de colombianos. ¡Dios guarde esta misericordiosa y ejemplar patria! Así que, mi apreciado Momo, no te preocupes. Al ritmo en que funciona la justicia colombiana, tienes más probabilidades de ser demandado por Toledo, y eso si es una verdadera vergüenza.

Tu tranquilo mi Momis. La integridad y liberalidad colombiana no dejan dudas. Mira que somos un país tan incluyente, que en un solo apartamento de 100 metros cuadrados en Bogotá, caben dos ministras gays. Eso contrasta con el liderazgo del Tolima, que en más de 23 mil kilómetros cuadrados, solo tiene un senador y medio.

Déjame felicitarte. Tener tu pequeño jardín subterráneo a tan sólo escasos metros de donde pasa a diario la caravana presidencial, es toda una osadía. Claro que lo mismo sucede con el Bronx, que está rodeado por el Gaula, el Batallón Guardia Presidencial, la Dirección de Reclutamiento del Ejército, y la Estación de Policía más grande de Bogotá. En Colombia, donde hay una olla, fijo hay un puesto de policía, así las comisiones se cobran más rápido.

Y eso de que tenías dos toneladas de basura en el predio, es casi un arte. Te salvaste de que no pasara por allí algún grupo de estudiantes de la UT. En su furor ambientalista te habrían descubierto en el acto, atraídos por el olor de la basura, o el de la droga. Te hubieran cerrado el sitio de ipso facto con una asamblea permanente. 

Cuando escuché la frialdad con que afirmaste que asesinaste a las mujeres porque no te cumplían, pensé en proponerte como interventor de las obras del Parque Deportivo. Luego publicaron tu perfil, donde afirmaron que mostrabas una  nula empatía hacia las víctimas, ausencia total de culpa, inteligencia promedio y eras hasta simpático y locuaz. Por un momento pensé que me estaban describiendo a un congresista (…)” “continúa el próximo miércoles”

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