¿Y la economía, qué?

Reinaldo Suárez Díaz

El problema más complejo al cual debemos enfrentarnos hoy es al de la economía, que está de capa caída. Para hacerlo aprendamos de nuestra historia visualizando además los derroteros que nos traza hoy el mundo.

Hasta el siglo XX ella estuvo basada en la minería (oro, esmeraldas…) y en algunos productos del campo como el tabaco, y la quinua.

Dos sucesos impulsaron nuestro desarrollo industrial a comienzos del siglo XX, los dólares que llegaron con la indemnización por el rapto de Panamá, y el descubrimiento del petróleo, creando desde entonces una casi total sujeción de nuestra economía al “coloso del Norte”.

La segunda mitad del siglo XX fue la del auge del café. Protegidos sus precios por un Pacto internacional tal producto tuvo una bonanza desperdiciada por el gobierno y sus directos beneficiarios. Terminado el Pacto del café, tal cultivo se sumergió en una profunda crisis acentuada por la “roya”, de la cual afortunadamente logramos levantarnos diversificando las marcas y pasando por fin, de la mera venta del producto bruto, a la industria cafetera (surgieron los cafés especiales, la producción de fosilizados, las tiendas Juan Valdez etc..), lo que generó el auge del cual hoy disfruta, que parece ser más estable y duradero.

A partir de los años 50 los gobiernos centraron su tarea en la industrialización impulsada por IFI pero que, sofocada por el proteccionismo comercial frenó el desarrollo tecnológico, la productividad y la competitividad. Reaccionamos ante esta situación por medio de una desmedida apertura económica que la puso en aprieto… y se nos vino el narcotráfico y el auge de la economía ilegal.

Vino recientemente la bonanza extractora del subsuelo (petróleo, carbón, niquel…) desperdiciada en mermelada politiquera, desborde del gasto suntuario y corrupción, “subsanadas” por reformas tributarias que ahogaron la productividad y disminuyeron el consumo interno, generando la situación crítica, donde estamos. ¿Qué hacer? Difícil responderlo. Pero ya Lleras Restrepo nos había trazado el camino: Poner a producir el campo e industrializarlo. Camino frustrado por los poseedores de latifundios improductivos que desembocó en el gobierno de Turbay y el auge, con la politiquería corrupta, de la ilegalidad y la corrupción. ¿Cuándo vamos a aprender?

resuadi@gmail.com

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