El impredecible Kim Jong-un

libardo Vargas Celemin

Los ciento sesenta mil habitantes de la isla de Guam fueron despertados este martes, con el sonido de las sirenas que, por un error humano, encendieron las alarmas y se propagó la noticia de un ataque norcoreano a este enclave de los Estados Unidos. Afortunadamente había sido una información falsa y más tarde se enteraron de que Kim Jong-un había decidido “observar un poco más”, la conducta de los Estados Unidos, antes de emprender la ofensiva.

Pero quién es este hombre enigmático que, siendo presidente de una nación relativamente pobre y pequeña, unos veinticuatro millones de personas, es capaz de hacer rabiar al imperio y mantener en vilo la seguridad del mundo?.

Es todo un misterio, pues se conoce muy poco de este joven que debe frisar por los treinta y cuatro años. Llegó al poder en el 2011, al haber heredado los más altos cargos del Estado de su padre Kim Jong-il , en una nación con un extraño modelo de gobierno, que se denomina República Popular Democrática de Corea.

Las pesquisas de periodistas e investigadores hablan de que el obeso norcoreano, con cara bonachona unas veces o beligerante otras, estudió en Suiza clandestinamente, habla alemán e inglés; practica el basquetbol, es entrenador de natación y está adelantando un gobierno diferente al de su padre, que tiene como base el ejército, con más de un millón de soldados y un desarrollo constante de su programa de armas atómicas, que en la actualidad cuenta con cerca de diez bombas. Jong-un tuvo una carrera militar vertiginosa y en pocos meses llegó a Mariscal o General de cuatro soles.

Kim Jong-un ha sido estigmatizado por el imperio como un “loco”, por haberse atrevido a responderle las verborreicas amenazas de Trump y alistar su arsenal atómico para defenderse, incluyendo el poderoso KN 08, un misil balístico intercontinental, si los Estados Unidos sigue mostrándole las garras desde Guam, con el apoyo de su aliado estratégico Corea del Sur y diciéndole al mundo que está defendiendo la democracia universal.

Este comandante supremo del Ejército, que tiene paciencia para dejarse fotografiar con cada una de las integrantes de un batallón femenino, también no dudó un instante en ejecutar a la cúpula militar cuando accedió al poder, incluyendo a su tío, por considerarlos peligrosos para su gobierno.

Es muy humano hoy, pero otras veces es brutal y, sin embargo el pueblo lo adora, porque ha construido su poder a partir de la tesis de que solo la amenaza atómica podrá mantener a raya a la América imperialista de Trump y seguro de que si lo agreden no dudará un instante, para que esta vez si suenen de verdad las alarmas, pero de la Tercera Guerra Mundial.

lcelemin2@gmail.com

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