Réquiem por el cardenal de la poesía latinoamericana

libardo Vargas Celemin

Paradójicamente Ernesto Cardenal no escaló en la jerarquía eclesiástica altas posiciones y, por el contrario, fue suspendido de su labor de sacerdote por el papa Juan Pablo II (1984), por el “delito” de participar en política, al aceptar el Ministerio de Cultura en el gobierno sandinista.
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Treinta y cinco años después, el Papa Francisco le concedió: “con benevolencia la absolución de todas las censuras canónicas impuestas al Reverendo Padre Ernesto Cardenal”. Así vuelve a ser sacerdote.

Cardenal (Granada 1925, Managua 2020), fue un hombre comprometido con el pueblo nicaragüense, por eso participó en el movimiento denominado “La teología de la liberación”, convencido como estaba de que “El evangelio exige la opción preferencial por los pobres”, concepción que lo enemistó con los altos jerarcas de la iglesia cristiana, mientras colaboraba incansablemente en la lucha para derrocar la dictadura somocista.

Pero además de su militancia política, Cardenal abrazó la militancia poética, con gran empeño. El profesor chileno Iván Carrasco, sintetiza la propuesta estética del poeta así: “Cardenal ha intentado que su poesía sea un discurso liberador y, por ello, su contenido es revolucionario”, como lo son todos sus libros. En “El evangelio de Solentiname” por ejemplo, construye un texto con las reflexiones de los habitantes del archipiélago donde él pasaba muchas temporadas y realizaba talleres artísticos, como una manera de llevar a la práctica la doctrina de la Teología de la liberación.

Los poemas de Cardenal se inscriben dentro de la “Poesía Conversacional”, algunas de cuyas características tienen que ver con el uso del lenguaje cotidiano, de sus manifestaciones culturales, convicciones políticas y sentimientos, en una estructura narrativa de versos libres que se convierten en denuncias, críticas mordaces al sistema, a las multinacionales y al capitalismo salvaje que esclaviza a los pueblos del mundo,

“La oración por Marilyn Monroe” es un claro modelo de poesía dialogal. El poeta fusiona la estructura religiosa de la plegaria, con el lenguaje popular para desnudar la sociedad de Hollywood, donde los seres humanos, por estrellas que sean, son un mero objeto del mercado que las usa y las desecha. Un fragmento expresa: “Señor: recibe a esta muchacha conocida en toda la tierra con el nombre Marilyn Monroe (...) Pero tú conoces su verdadero nombre, el de la huerfanita violada a los nueve años./ la empleadita de tienda que a los 16 años se había querido matar...”

En el Salmo 1 escribió: “Bienaventurado el hombre que no lee los anuncios comerciales / ni escucha sus radios / ni cree en sus slogans”. Pero también le cantó al amor, cuando afirmó: “Pero de nosotros dos tú pierdes más que yo:/ porque yo podré amar a otras como te amaba a ti / pero a ti no te amarán como te amaba yo”.

LIBARDO VARGAS CELEMÍN

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