Los herederos de Yuruparí

En la tradición oral de los pueblos de Brasil y Colombia existe un personaje mítico – legendario que fue transcrito en el siglo XIX por un autor italiano Ermanno Stradelli, quien a su vez lo tomó de un manuscrito de un indígena brasileño Maximiano Roberto y que recoge historias, narraciones, mitos y relatos de la rica tradición de la zona amazónica.

Las dudas sobre los ovnis

A mediados del siglo pasado se generaron una serie de expectativas, visiones distintas de la vida, y zozobras sobre el fin del mundo y la proximidad de una guerra nuclear. Mientras el movimiento Hippy enarbolaba las banderas de Paz y Amor y las mujeres las reivindicaciones de género, mucho se hablaba de la posible presencia de extraterrestres en la Tierra y las especulaciones sobre la llegada de esos objetos voladores no identificables (Ovnis), que eran avistados en distintas partes del mundo. 

Tolima: de tierra firme a entrañas incandescentes

En el pasado se acuñó un lema, que nos llenaba de orgullo e incentivaba el sentimiento “tolimensista”. Éramos la “tierra firme” de Colombia, a pesar de tener en las alturas leones dormidos que de vez en cuando daban muestras de su existencia a través de fumarolas y cenizas que se olvidaban pronto. Pero, la naturaleza se cansó de enviarnos señales y en la noche del 13 de noviembre de 1985 nos dio una dura estocada con saldo de más de veinte mil víctimas que nos puso a pensar en que nuestra tierra no era tan firme como creíamos.

Cincuenta y cinco años de un rugido memorable

El 16 de mayo de 1968, Ibagué amaneció con una extraña sensación de fiesta, se respiraba un aire de optimismo. En el colegio con sorpresa escuchamos sonar la campana en una hora inusual. El rector nos hizo formar y nos habló de la llegada de la Vuelta a Colombia en Bicicleta y del gran Pedro J. Sánchez Puentes, el ídolo regional que ocupaba el tercer lugar de la clasificación general. Nos recomendó que fuéramos a ver la llegada, porque esta vez sí íbamos a tener campeón.

De los aedas a la inteligencia artificial

Gracias a los aedas, “que buscaban en primer término cantar la verdad sobre el pasado y dar gloria a las acciones de los héroes antiguos, transmitiendo a los hombres la verdad que les inspiraban las musas” (Francisco Rodríguez Adrados), la humanidad creó el oficio de contar historias, mitos y leyendas que, inicialmente se transmitieron en forma oral, pero que pronto se transformó en un trabajo ejercido por hombres y mujeres que optaron por dejar en palabras sus reflexiones sobre la  condición humana, sus ensoñaciones, imaginarios y fantasías.

La tercera… films

Todas las ciudades del mundo tienen una calle o una carrera donde se compendian la tradición y la historia de muchas generaciones, que han hecho de ellas el epicentro de la nostalgia y el referente de su avance. La séptima en Bogotá es un ejemplo de lo que representan estos jirones de recuerdos y estos mojones que delimitan el pasado y siembran el futuro. Para los ibaguereños, nuestra carrera Tercera es, lo que el poeta y periodista Camilo Pérez Salamanca (Q.E.P.D), escribió en su libro “La piel de la ciudad”: “Carrera Tercera, /citas de amor, negocios o duelos, /saludos, besos, abrazos y despedidas”.

La omnisciencia de los jefes naturales

La sempiterna costumbre que tenemos los colombianos de llamar a las cosas con eufemismos, nos ha llevado a acuñar una expresión recurrente, sobre todo en el campo periodístico, donde resulta muy cómodo hablar del “jefe natural de una colectividad”, título llamativo que crea una aureola de poder que se acepta sin discusión, se impone y no se discute. Es normal que se hable de alguien como “jefe natural del partido político X”. Así en su grupo no tenga mucha representatividad, el solo mote infunde un respeto, que resulta falso y que distorsiona la verdadera realidad. El jefe natural toma decisiones a “mutuo proprio” y encarna una jerarquía que los demás aceptan.

“Postales de Ibagué”, homenaje poético de Nelson Romero Guzmán

El exitoso trasegar por la poesía trajo a Nelson Romero Guzmán a la ciudad de la música: “Los primeros días floté, /hasta que mi pie cayó/herido como un ala/ y esta ciudad me quiso”. Él también se enamoró de los espacios, paisajes, sentires y se dedicó a experimentar con las palabras para plasmar visiones que el mundo de su imaginación hacia brotar en sus versos. Habló de pintores, de insectos, objetos y estados de ánimo. Se liberó del coloquialismo y la versificación del medio, compartió sus anécdotas de niño y joven en Ataco o en la capital del país. Dialogó con los árboles, el río y las formas de subsistencia, pero siempre guardó la esperanza de retribuirle con un libro, los amores a esta ciudad que lo hizo su hijo.

“El aprendiz”, segunda parte

La democracia norteamericana, que posa de ejemplo para el mundo, acaba de emitir el primer capítulo de una serie indefinida, con la protagónica imagen del mismo presentador de “El aprendiz”, Donald Trump, esta vez en el papel de acusado de treinta y cuatro delitos que giran en torno a una aventura extramarital que no se considera ilegal, pero sí la forma en que pretendió acallar a la antagonista con un cheque que no salió de sus cuentas personales, sino de los fondos de la campaña para la presidencia, situación que constituye, según los expertos, un delito grave. Se trata de algo así como lo que nuestros códigos tipifican como alteración de documentos públicos.