Cambio de tercio en la política española

Los resultados de las elecciones anticipadas en España no fueron sorpresa –los regímenes parlamentarios tienen ese mecanismo constitucional que permite anticipar las elecciones cuando las condiciones políticas lo requieran, circunstancia que no existe en los presidenciales-.

Lo sorpresivo fue la estruendosa derrota de los socialistas del PSOE y otros resultados que atañen a la izquierda española y la izquierda del País Vasco.

La estruendosa derrota del PSOE a cargo del Partido Popular, liderado por Mariano Rajoy, quien será el Presidente de Gobierno durante los cuatro próximos años, figura equivalente a la de Primer Ministro en otros regímenes parlamentarios, no sólo es producto del desgaste propio de los gobiernos –los socialistas llevaban ocho años en el poder-, sino de la alternancia propia de los regímenes parlamentarios que les permite a los ciudadanos periódicamente, si consideran que la gestión de sus gobernantes no es la apropiada, votar a favor del partido en la oposición, en este caso el PP. Los populares, con Rajoy a la cabeza, van a contar con una arrolladora mayoría parlamentaria que les facilitará, sin excusas, adelantar su programa de gobierno.

Hay cambio de tercio en la gran corrida de la democracia española. Adicionalmente, hay que señalar que el manejo por los socialistas de la política económica fue infortunado, especialmente lo relacionado con la creación del empleo y sobre todo para los jóvenes, segmento de población en el cual la tasa de desempleo rondaba el 40 por ciento; claro que en parte esto se debe a la crisis que viven las economías del capitalismo avanzado, especialmente Estados Unidos y Unión Europea, que se inició con la crisis del 2008 en Estados Unidos y de la cual no han podido salir y que tiene en vilo la propia existencia de la Unión Europea y del euro como moneda común.    

Esto, adicionalmente, le ha planteado un gran cuestionamiento a los partidos socialdemócratas europeos, la denominada izquierda de esas sociedades, y es acerca de qué tipo de política económica deben proponer y desarrollar, en el contexto del capitalismo globalizado de hoy día, las formaciones políticas que se consideran como de izquierda.

No hay duda de que el otro gran ganador en estas elecciones en España fue la coalición Izquierda Unida –fuerza política más radical y que tuvo su base en el partido comunista español-, que pasó de dos a once parlamentarios y puede ahora contar con su propio grupo parlamentario. Esto se explica, de un lado por el desencanto de votantes de izquierda con el PSOE y, de otro, con el normal desplazamiento de votos que se dieron en votantes socialistas hacia esta formación política y que en el pasado, por razones del llamado ‘voto útil’ se habían desplazado en sentido contrario.  

El otro hecho político a destacar fue el éxito electoral de la coalición vasca AMAIUR, considerada la izquierda independista cercana al entorno de ETA en el pasado, logró un buen resultado al elegir siete parlamentarios y convertirse en la cuarta fuerza política en el Parlamento, superando al Partido Nacionalista Vasco –la formación política independista tradicional del País Vasco, que obtuvo cinco parlamentarios-. Esto muestra que es mucho más eficaz el uso de las vías democráticas para acceder a posiciones de poder político que el uso de la violencia y seguramente reforzará el proceso de desmantelamiento final de la ETA. Pero, igualmente, es una enseñanza más para grupos que acuden a la violencia con pretendidas justificaciones políticas, como las guerrillas colombianas, acerca del sin sentido de su lucha violenta a estas alturas de la historia.


Tiene un gran desafío el gobierno del PP y es enfrentar con políticas públicas acertadas el manejo de la crisis económica y los socialistas deben asumir su recambio político para ser alternativa de gobierno en el futuro.  


Colprensa

Credito
ALEJO VARGAS VELÁSQUEZ

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