Relaciones entre Estados Unidos y Latinoamérica

Las relaciones entre Estados Unidos y América Latina a lo largo de la historia han estado marcadas, como lo señaló Robert Russell en su texto clásico,

ya sea por la idea ilusoria de ser parte de un supuesto hemisferio occidental con valores compartidos, o por la lectura que las enmarca en una práctica imperialista, o post 11/9 influidas por la tesis de la pérdida de importancia de Latinoamérica para USA, o finalmente por la idea de la declinación hegemónica norteamericana. Y a decir verdad, todas parcialmente explican estas complejas y cambiantes relaciones.

Pero en el siglo XXI podemos decir que las mismas están viviendo cambios más acelerados. Ahora bien, Latinoamérica no se puede mirar como una unidad, porque no lo es y menos en lo relativo a la relación con Estados Unidos, a pesar de representar la región un mercado muy importante para las exportaciones norteamericanas y de proveer un alto porcentaje del petróleo que demanda USA.


Por los cambios políticos en los gobiernos de la región, Estados Unidos ya no cuenta con la incondicionalidad política propia de la época de la guerra fría, hoy existen gobiernos más distantes y buscando mayor autonomía en sus relacionamiento.


En Latinoamérica hay tres grandes subregiones; i) México, América Central y el Caribe es el área más integrada a Estados Unidos; representan cerca del 50 por ciento de las inversiones norteamericanas en la región, el 70 por ciento del comercio interregional y de allí provienen el 85 por ciento de los migrantes a USA; ii) los países del Cono Sur representan menos del 40 por ciento de la inversión norteamericana, sólo el 15 por ciento del comercio interregional y aportan sólo cerca del 10 por ciento de migrantes a Norteamérica; las prioridades de esta subregión están en otra parte, China cada vez más es su principal mercado y socio; ha sido una subregión históricamente con una relación distante con Norteamérica; iii) los países andinos, representan alrededor del 10 por ciento de la inversión Norteamericana en la región, su comercio interregional representa cerca del 15 por ciento y el aporte en términos de migrantes a USA está alrededor del 5 por ciento; pero es la región que produce toda la cocaína que llega al mercado norteamericano y donde está el conflicto armado colombiano con sus implicaciones para la seguridad regional.


Hoy en Latinoamérica se encuentra Brasil, la sexta economía del mundo y crecientemente un actor global como parte de los Brics y también en la región sigue estando el rezago más grande de la guerra fría, el bloqueo norteamericano a Cuba, cuando ya el comunismo dejó de ser una amenaza y mucho menos para la potencia del norte.


Pero igualmente en Estados Unidos no es claro que haya coherencia total en su política exterior, unas son las prioridades del Comando Sur –con gran peso en ciertos países regionales y una mirada en clave de seguridad- y otras las del Departamento de Estado, para no mencionar las de agencias como la DEA, o las del Congreso norteamericano en el campo de las relaciones internacionales.


Entonces los Presidentes Obama y los Latinoamericanos se reúnen en un escenario muy distinto, con un poderío norteamericano y una influencia global y regional a la baja, una región con un gran dinamismo económico y con los ojos puestos en otros actores económicos globales.

Credito
ALEJO VARGAS VELÁSQUEZ

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