La verdad con la cara sucia

Polidoro Villa Hernández

Tranquilos. No hablaremos ni de eficiencia en la justicia, ni de política, temas que producen halitosis. El título de la columna es un verso de una poesía de autor anónimo que define a un niño. Y es que en el paisaje de lágrimas y tristezas de la estéril guerra, causa aflicción ver desmovilizar a jovencitos que no gozaron la candorosa alegría de la niñez, ni el chispeante despertar de una adolescencia normal, y que ahora abandonan su único juguete: el letal fusil y entran a un mundo tan hostil como el que tenían por ‘hogar’.

Pero tras este gris proemio, rescatemos la sincera espontaneidad y la gracia de los niños en algunas respuestas escolares que una antigua maestra -de esas que ejercían su profesión como un apostolado y que más que exigir reivindicaciones anuales, pedía más niños para educar-, recopiló en un austero cuaderno, de esos que aún no traían en la portada ‘peladitas’ en pelota. Respuestas ingenuas, inteligentes, revelan la percepción con que los niños descubren el mundo y su entorno. Todo kínder debería coleccionarlas:

- ¿Cuántas veces late el corazón humano? “Muchas en el día, de noche no”.

- ¿Qué planeta va después de Marte? “Miércoles”

- ¿Por qué vuelan los aviones? “Son hijos de los pájaros”

- Escriba sobre las estrellas. “Las estrellas son huecos en el cielo que tienen por detrás un bombillito”

- ¿Qué función tiene el bazo? “Para tomar agua.”

- ¿De dónde vienen los niños? “Del colegio.”

- ¿Por qué debemos visitar al dentista? “Para que nos haga llorar.”

- ¿Qué es ser sincero? “Sacar cinco en todos los exámenes.”

- ¿Cómo cuidas la naturaleza? “Uso papel higiénico.”

- ¿La frase que más dices? “Mamá tengo hambre.”

- ¿Qué es lo que más te gusta de las niñas? “Que lloran”

- ¿Qué es ser humanitario? “Es comer humanos”

- ¿Por qué debes bañarte diariamente? “Para hacer burbujas con el jabón”

- ¿Cómo es tu abuelito? “Mi abuelo no es inteligente pero me da plata. Mi abuelo deja los dientes en la mesa de noche pero el Ratón Pérez no le da monedas.”

- Dibuja un columpio. “No porque me mareo.”

- ¿Que son las lágrimas? “Es cuando se bañan los ojos.”

- ¿De color es la sangre? “De color sangre.”

- ¿Porqué debes cortarte el pelo? “Para que no me crezca mucho la cabeza.”

- ¿Que no debes hacer con los dedos? “No debo sacarme los mocos ni hacer pistola.”

- ¿Que es un minuto? “Un hijito de la hora.”

- ¿Que transporta la sangre? “Los carros de la Cruz Roja”

Contaba Anita, la maestra, que al final del año tomaba una fotografía con sus alumnos. Camilo le preguntó que para qué. Le respondió que para recodarlos: “Este era Camilito, el monito; este otro Orlando, el aplicado...” Ahh, sí, le interrumpió el niño, mi papá tiene una fotografía igual y siempre que señala la profesora dice: “Ella se murió”.

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