Marketing electoral

Polidoro Villa Hernández

Se difumina el espíritu de la Política. Idealistas reafirman que es el Arte de gobernar una nación. Por aquí, que en gran mayoría los políticos no renuncian a sus intereses personales para representar honestamente a sus electores, se convierte en el prosaico oficio de manipular y esquilmar al pueblo. Por eso, ‘hacer política’ se asocia con el ejercicio demagógico y oportunista que busca votos a cualquier precio: una teja de zinc; un contrato amañado.

Y el primitivo móvil que impulsa al ‘animal político’ que mencionaba Aristóteles, es la búsqueda de poder. Así su larga lengua culebrera le permita comulgar desde el atrio y se disfrace de oveja, en el fondo, ansía eso: el máximo poderío para satisfacer el superego que alienta en cada aspirante a ser elegido. Gobernar bien, es algo secundario. Por eso no hay continuidad en la obra de los gobiernos. Todos quieren inmortalizarse con lo suyo. Costosa vanidad.

Con el fantasma del Castro-Chavismo pugnando por salir del closet, por estos días hay desazón entre los ‘dirigentes’ de siempre al percibir que a diferencia de las rencillas electoreras internas en sus partidos por apetitos burocráticos, en el Congreso Constitutivo de la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común, Farc, y luego en su primer plenario del Consejo Nacional de los Comunes, hubo mucha coherencia y unidad, derroteros definidos, claras estrategias, visión social para lograr transformaciones nacionales. Tomarse democráticamente al poder es el objetivo. ¡Y no es fantasía!

En las redes sociales, manantial sagrado dónde abreva tanto desocupado, escrutan y especulan sobre las fortalezas y virtudes que podría acercar a una inmensa masa de ciudadanos asqueados con la corrupción politiquera, a los ideales del movimiento Farc: Estarán abiertos a cualquier alianza posible para alcanzar sus objetivos. Colectivos como Voces de Paz, Marcha Patriótica, Partido Verde, Polo Democrático y Progresistas, por afinidades ideológicas, podrían constituir un victorioso frente común.

La educación es prioridad en el movimiento. Ya hasta guardaespaldas hicieron diplomados relámpago en universidades ‘burguesas’; otros, estudian medicina en Cuba. Las diez curules aseguradas en Cámara y Senado, más los cabecillas que se lancen y sean elegidos, será grupo de presión poderoso para despertar unas corporaciones cuyos miembros volvieron genética su permanencia. Serán andanadas retóricas, no de artillería.

Informan que 32 guerrilleros serán candidatos a gobernaciones; mil 75 a alcaldías; 500 a diputados, y cinco mil 959 a Concejos. Y hasta equipos de fútbol profesionales, juveniles e infantiles proyectan.

Vale recordar lo que respondió la líder de una invasión -que come y bebe discurso marxista-leninista a falta de las tres comidas-, cuando le preguntaron si creía en una revolución social en Colombia: “Claro que sí, y pronto les vamos a demostrar que los pobres somos más.” Con lo secularmente padecido, y sin saber lo que viene, imploremos con las bisabuelas: “Virgen del agarradero, agárrame a mi primero”.

Comentarios