Oportunos proverbios

Polidoro Villa Hernández

Para respirar aire puro, lejos de las mefíticas emanaciones de la politiquería nacional que nunca buscará nuestra felicidad -y jamás conseguirá la de sus propios actores fulleros- y para evadir el sainete de trásfugas de colectividades e ideologías, ‘voltiarepas’ les decían antes, y de sus zancadillas y asechanzas para perpetuar impunes el saqueo, fui a la casita suburbana de la vieja educadora Bernardita, quién dice: Aquí, vivo feliz con menos del 2% mensual de todo lo que recibe un congresista. Pero, ¡eso sí!, con mi conciencia tranquila. Porque: “La conciencia es, a la vez, testigo, fiscal y juez.”

Ilustra ojear sus ajados cuadernos escolares que guardan viejos dichos y refranes, que mantiene vigentes relacionándolos con la vida nacional, sobre la que se mantiene bien informada. Afirma que de aplicarse la sabiduría popular que emana de estas sentencias ancestrales, “otro gallo cantaría”.

Pregunto y ella responde: -¿Por qué tanta corrupción? -“Donde las leyes flaquean, los pillos se pavonean.” y “Ninguna ley va a servir, si no hay quien la haga cumplir.” Además, “el que hizo la ley, hizo la trampa.” ¿Por qué se enriquecen los políticos? -“No hay pícaros sin fortuna.” y “Honra y dinero no caminan por el mismo sendero.” y “Ningún hombre honesto se hace rico en un momento.” y “Untado el dedo, untada toda la mano.” Si todos los corruptos llevarán una lucecita en la cola, no pagaríamos alumbrado público. Bernardita: ¿La afectó la Reforma Tributaria? -“Al mal que no tiene cura, hacerle la cara dura.” “A chillidos de marrano, oídos de matarife.” y “Al que no quiere caldo, siempre le dan dos tazas.”

¿Cómo ve la Justicia? -“La Justicia tolerante es cómplice del maleante.” y “La ley es firme de cola, pero quien quiere, la viola.”; y “Buena es la justicia, si no la doblara la malicia.” Pero, “Las leyes son como las telarañas que atrapan a los mosquitos y dejan pasar avispas.” Y “Las leyes van a donde quieren los reyes.” Y claro: “Poderoso caballero es don dinero.” Y “Cuando la plata manda, la ley calla.”

¿Cambiará Colombia? -Aunque “Mal de muchos, consuelo de tontos”, “Tanto va el cántaro al agua, hasta que por fin se rompe.” ¿Se acabarán y tendrán castigo los corruptos? –“A todo puerco gordo, le llega su Nochebuena.”, se dice que “Yerba mala no muere”, pero “No hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo resista, ni pendejo que lo asista.”; lo seguro es que “No hay plazo que no llegue, ni deuda que no se pague.” Verán que “Cuando fuiste martillo no tuviste clemencia, ahora que eres yunque, tendrás paciencia.” Por eso, “Perdona a tus enemigos, pero no olvides sus nombres.”

-¿Votará en las próximas elecciones? -No. Eso sería “Gastar pólvora en gallinazo.” ¿Ganarán los mismos? -“Una cosa piensa el burro y otro el que lo está enjalmando.” Pero hay buenas intenciones, Bernardita. -“Para agarrar una curul, el político promete casas y de dinero un baúl.”

¿Qué legado valioso nos deja la democracia? -¡Burocracia! “Es la época de Hidalgo: Pendejo el que deje algo”.

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