No se puede evangelizar buscando privilegios

Jairo Yate Ramírez

°°° «Sabéis que los que son reconocidos como jefes de los pueblos los tiranizan, y que los grandes los oprimen. Vosotros, nada de eso: el que quiera ser grande, sea vuestro servidor; y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos”. °°° Marcos 10, 35-45.

La misión evangelizadora que desee cualquier creyente en la obra de Jesús, participa del mismo misterio de Jesús. Su apostolado debe centrarse en comunicar su experiencia de fe, en la misma línea del Maestro. El Maestro de la Iglesia católica no ofrece privilegios, no es amigo de la discordia, la ambición no es un presupuesto del Reino de Dios: “sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo; está ya reservado.” (Marcos 10,40).

La locura por el poder, el desequilibrio ante el placer, los deseos extremos por el tener, han marcado un hito desastroso en la historia. Desafortunadamente todavía existen personas creyendo que sus vidas logran su razón de ser matriculándose en cualquiera de estos males. Estamos equivocados si creemos que la felicidad consiste en ser los primeros. Esta actitud genera un apetito insaciable de poder. El poder, lastima y mata los derechos de los demás, cuando no tiene la fuerza del servicio, cuando no goza del altruismo, cuando el que manda, no entiende que debe tener una conciencia del servicio. “El que manda, como el que sirve”. “El primero como el servidor”, “el primero como el modelo para los demás”.  (cf. Lucas 22,27).

Santa Teresa de Calcuta, visionó su apostolado y su misión en la fidelidad a Dios. Entendió que en la mente de Dios, el asunto no es tanto de “Éxito”, sino de fidelidad, de compromiso, de entrega, de servicio. Ella misma afirmaba: “Dios no pretende de mí que tenga éxito. Sólo me exige que le sea fiel”.

El apostolado se hace fecundo cuando hacemos la voluntad de Aquel que lo instituyó. Al contrario; el apostolado se convierte en un serio problema para la evangelización, cuando quienes creyendo que son apóstoles hacen su propia voluntad, e incluso se oponen a quienes están viviendo su vida apostólica con el espíritu del Evangelio. No hay que tomar la decisión errada de algunos apóstoles: “Los hijos de Zebedeo, no sabían lo que estaban pidiendo” (cf. Marcos 10,35).

El Hijo de Dios trastoca la lógica del pensamiento humano. La vida auténtica y cristiana, encuentra su punto, en el compromiso con los demás. Así lo propone el Papa Francisco: “Servir es una particularidad de estar atentos. Servir, significa cuidar a los frágiles”. El desprendimiento de lo terrenal y lo placentero, es la mejor arma para entregar completo el mensaje de Dios. Así lo enseñó el “Pastor Bonus” de todos los tiempos: “Las zorras tienen madriguera, y los pájaros nido, pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza” (Mateo 8,20). Cuida tu salud: Estar por encima de los demás, no es el ideal del cristianismo.  

Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué. 

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